La infraestructura, ordenación de nuevos sacerdotes y diáconos, constituyen algunos de los grandes legados que dejó el ex arzobispo de la Diócesis de Puerto Montt, Bernardo Cazzaro, quien falleció en Italia, a la edad de 93 años.
Su deceso produjo pesar en la zona y entre quienes conocieron a quien fuera el antecesor del arzobispo, monseñor Cristián Caro Cordero.
Otro legado del Hijo Ilustre de Puerto Montt 2001 fue la organización de los consejos para que el obispo no estuviera solo. "Esto me ayudó mucho, porque tengo uno económico y de presbiterio. Organismos colegiados que ayudan al obispo en el gobierno de la diócesis".
Se suma a la lista
Sergio Galilea, subsecretario de Obras Públicas también recordó al fallecido religioso.
En la capital regional estuvo por 13 años (1988-2001). "Se suma a fallecimientos muy importantes que hemos tenido este año. Gente como Tótila Lintz, que quise tanto desde niño, don Jorge Brahm, que fuera nuestro intendente para el terremoto de 1960".
Recordó que el arzobispo emérito de Puerto Montt, fue muy amigo de su familia que vive en Aysén. "Fue un buen hombre y que un pastor sea -además- un buen hombre habla muy bien de él".
Caro, en tanto, destaca que Cazzaro consiguió terrenos para construir capillas y parroquias, una "bonita labor de dotar de templo a varias parroquias. Se preocupó de dejar una infraestructura adecuada por el crecimiento de la ciudad".
Una vez que deja Puerto Montt, Cazzaro retorna a Italia, al convento del cual procedía y que se encuentra ubicado al norte de Italia, cerca de Vicenza, donde está en santuario del Monte Bérico dedicado a la Virgen y allí tiene su convento la orden de los Siervos de María, a la cual pertenecía el ex obispo.
En ese lugar recibió en el año 2004 a Eduardo Tampe, SJ, quien comentó ayer que "me convidó a su casa en Italia y yo pasé tres días con él. Fue muy grato, muchos recuerdos de Puerto Montt y de mucha gente, de la que se acordaba mucho. Me llevó a visitar otros lugares.
último contacto
La última vez que Caro y Cazzaro conversaron fue en febrero de este año, con ocasión de su visita a Roma. "Estaba con la voz débil, me dijo que estaba bien, pero con dificultad para caminar; pero no pensé que su fallecimiento fuera pronto", recordó Caro.
En su reflexión, el actual arzobispo reflexionó respecto a su pena, pero a la vez, sostenía que "sabemos que el destino es morir, pero sobre todo llegar a la Patria del cielo y esperamos que él esté ya junto al Padre, ya que era un hombre muy bueno, de vida austera y bien santo. Y, por eso tenemos confianza en que él ya llegó a la meta".
- ¿Mantuvieron el diálogo una vez que dejó P. Montt?
- Yo le mandaba siempre la revista Mar Adentro, que sacamos nosotros, para que estuviera informado ya que le gustaba mucho estar al tanto de las noticias y a veces nos mandábamos una notita, un saludo, sobre todo para Navidad o Pascua de Resurrección. Y como le decía cuando viajé a Roma lo llamé por teléfono. Hubo personas que viajaron y que lo pasaron a ver y él siempre recordaba y tenía fotos de Puerto Montt porque le gustaba mucho recordar su estadía aquí.
Cazzaro fue nacionalizado chileno el 2 de julio de 1970.
Hijo ilustre
El senador Rabindranath Quinteros lamentó el fallecimiento de monseñor Cazzaro y recordó la relación que estableció, desde su gestión como intendente, con quien fuera arzobispo de Puerto Montt entre 1988 y 2001.
"Guardo buenos recuerdos de su persona. Nos conocimos en la etapa de instalación de la democracia tras la dictadura militar. Cuando asumí como intendente había preocupación por la llegada de un socialista a ese cargo en la zona. Monseñor Cazzaro tuvo la gentileza de ir a saludarme a la intendencia. Para nadie era un misterio que él tenía bastante simpatía por el gobierno militar, pero ello no fue obstáculo para que conversáramos extensamente sobre la situación del país y la región. Le manifesté que yo no tenía ánimos de revancha y que mi intención era ejercer el cargo sin distinciones de ningún tipo. Desde ese momento establecimos una relación muy cordial. Cuando monseñor Cazzaro se retiró del arzobispado, desde el municipio propuse que le otorgáramos la distinción de hijo ilustre de la comuna, lo que se materializó en el año 2001".
"Un gesto que recuerdo especialmente ocurrió en 1991, cuando para un 11 de septiembre buscamos un espacio para ofrecer una misa en memoria de nuestros compañeros caídos en 1973. Nos costó conseguir una iglesia, finalmente pudimos usar la capilla de Pelluco y para sorpresa de muchos, fue el propio arzobispo Cazzaro quien llegó a oficiar ese servicio religioso".
Por su eterno descanso habrá una misa mañana, a las 12 horas. Será la única oficial.