La década del 70' marcó el comienzo de una era en lo tecnológico, musical y político, pero también el nacimiento mundial del trote, que hasta la década de los 90' le llamaban joggin… hoy le conocemos como running.
Dentro de la población que practica esta actividad encontramos un amplio espectro de individuos de diferente edad, sexo y experiencia en el trote. Este último punto es importante ya que determina el grado de preparación y conocimiento con respecto a la actividad que se desarrolla y que no todos poseen, siendo por ejemplo la mala elección de una zapatilla, una causa de aparición de lesiones .
¿Qué características básicas debe tener un buen calzado deportivo para realizar un trote?. Los especialistas en el área dan las siguientes sugerencias en base a diversos estudios de biomecánica del cuerpo humano y de los materiales con que se fabrican las zapatillas.
Las zapatillas deben ser flexibles, ligeras, suaves y porosas para su correcta ventilación, y tienen que proporcionar un buen apoyo. Deben tener un refuerzo en la parte posterior para en tendón calcáneo ( de Aquiles como es más conocido), una lengüeta forrada para proteger el empeine, un sólido contrafuerte para en talón, una punta amplia y redondeada para los dedos, suela amortiguada para disminuir la intensidad del impacto y las fuerzas de torsión, un parte posterior (tacón) ancho, según algunos especialistas no más de 7,5 cm y una altura de 1 a 1,5 cm, una hechura de la planta recta y un soporte para la bóveda plantar en el interior (la plantilla).
¿Cuándo se debe cambiar de zapatillas?
Esta respuesta se basa en la duración promedio de las zapatillas, tomando por cierto en consideración la cantidad de kilometraje que desarrolla el corredor.
Las zapatillas pueden verse muy bien por fuera pero sus materiales van perdiendo sus propiedades de soporte más o menos cada 800 a 1.000 kilómetros recorridos.
Entonces se recomienda aproximadamente cambiar al menos cada 6 meses las zapatillas de acuerdo a la cantidad de kilometraje realizado.
Tenemos entonces que dar un "primer paso antes del trote" sobre todo para los principiantes, y que es la correcta elección de esta fundamental indumentaria deportiva. Punto de partida para la prevención de las lesiones asociadas a esta actividad.
Juan Inostroza, Académico Carrera de Kinesiología
Universidad San Sebastián