Seguir a Cristo en fidelidad
Pbro. Dr. Tulio Soto. Vicario General del Arzobispado de Puerto Montt.
Los discípulos encontraban que el lenguaje de Jesús era duro, cuando enseñaba sobre el Pan de vida, y se cuestionaban si alguien podía escucharlo. Por este motivo, Jesús les dice: "¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del Hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen - desde el comienzo sabía Jesús quiénes no creían y quién lo iba a traicionar" (Jn. 6, 61-64). Además, preguntó a los Doce: "¿También ustedes quieren irse? Simón Pedro le respondió: 'Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabra de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios'" (Jn. 6, 68-69).
Los discípulos no estaban preparados todavía para recibir una enseñanza sobre la Eucaristía, sobre la necesidad de alimentarse del cuerpo y la sangre de Cristo para alcanzar la vida eterna, la vida plena. Por eso, Jesús se atreve a increparlos e invitarlos a creer en Él realmente. Ante esta situación de incredulidad, muchos de sus seguidores lo abandonaron, pero también aparece Simón Pedro, quien realiza un acto de fe en el Señor, señalando que Jesús tiene palabras de Vida eterna. En los momentos de dudas y obscuridad la gran tentación es abandonar al Señor y la comunidad de los discípulos, esto es la Iglesia. En el fondo, el Señor nos está invitando a reafirmar nuestra fe y a continuar por el camino de la vida cristiana, tratando de seguirle en cada momento de la vida, a pesar de las dificultades o contrariedades que encontremos. Ya en el Antiguo Testamento tenemos el ejemplo de Josué que invita a optar por Dios y a no seguir a otros dioses (cfr Jos 24, 1-2. 15-18). Ante los momentos de crisis, podemos seguir el ejemplo de Pedro, que pone toda su confianza en Jesús, pues en Él encontramos el sentido pleno para nuestra vida y nos dará una vida verdadera. Para muchos, el lenguaje de Jesús puede parecer duro, especialmente cuando no logramos entender la esencia del Evangelio. En este sentido, es siempre importante que nuestra mente y nuestros corazones se dejen iluminar por la fe para poner en práctica lo que nos pide el Señor por medio de su Palabra. Esto significa vivir siguiendo los principios que emanan del Evangelio, sin acomodarnos a las corrientes o ideologías de moda.
Univarsidad Andrés Bello Concepción.
Cuatro motores
de la economía
Tenemos buenas noticias en la economía chilena gracias a los cuatro motores que mueven la economía de un país. Éstos son los consumos de gobierno y de la ciudadanía, la inversión y la exportación y estas cuatro cifras tuvieron un sustancial aumento: 2,5 en el consumo de gobierno, un 5,5%, en el consumo país, 7,1% en inversión y 7,5% en la exportación. Anotarlo en ese orden no es casualidad pues para que un país sea próspero -y eso está demostrado en las economías avanzadas-, el consumo público debe ser muy, pero muy moderado, tema que los gobiernos de un sector político no tienen muy claro, lo que ha llevado al descalabro a sus países, haciendo gasto más allá de lo racional: Basta mirar a Venezuela. La cifra que tenemos entonces para Chile de 2,5% muestra ser moderada-alta, pero menor a las otras cifras y eso es bueno. El consumo país, que es el que hacemos como ciudadanos, se resume en que las personas se atreven a gastar un poco más que el IPC, eso significa que comienza a existir una confianza en el sistema económico del país. La tensión entonces es que existe una tendencia de IPC, pero que está absolutamente controlada por el Banco Central y este año va a cumplir su meta de un 3% de inflación.
En la inversión -y esto sí que es una muy buena noticia-, significa que los fierros que estamos trayendo de afuera son para crear productos, servicios y empleos y que seguramente hubo ingeniería de por medio como para definir la compra de tal o cual maquinaria, que permitirá generar la riqueza del proyecto estudiado.
Hoy día entonces, con un 7,1% vamos caminando a nuevos proyectos que sin duda dan el tono de un país.
Aquí debemos siempre tener como declaración, primero los fierros y luego el televisor. Es por esto que los guarismos en consumo están en perfecto orden, la inversión siempre tiene que ser mayor que el consumo interno y del gobierno, además de que debería ser el 25% o más del PIB de nuestro país, en algún momento en gobiernos pasados bajó del 22%, cifra que no es buena.
Y la guinda es la exportación, significa que los exportadores logran colocar sus productos de mejor manera en los exigentes y competitivos mercados de la tierra, y aquí lo que se ve es el volumen exportado, eso es lo que creció.
Claudio Lapostól Vargas. Académico Ingeniería Comercial