Día del Libro
El 23 de abril celebramos un nuevo Día del Libro. Con esta ocasión, vemos cómo diarios murales de nuestras escuelas y liceos, además de las redes sociales de establecimientos y autoridades educativas, se llenan de frases célebres de diversos y coloridos reconocimientos a los libros y, evidentemente, al valioso ejercicio de la lectura. Sin embargo, de acuerdo a datos de la Agencia de Calidad, los resultados de las evaluaciones de lectura en niños de segundo básico no evidencian avances desde el año 2012. La realidad nos muestra que estamos muy lejos de ser un país lector. O al menos, de buenos lectores.Esta situación es crítica por lo siguiente: si nuestros niños no mejoran su capacidad de comprender lo que leen desde segundo básico, estaremos viéndoles hipotecar sus capacidades de aprender durante los diez años de escolarización que les resta. Y por supuesto, su potencial de aprendizaje como adultos.
Aunque las variables que inciden en el bajo desarrollo lector de nuestros niños, niñas y adolescentes son muchos, uno que definitivamente destaca por sobre el resto es el de la creación del gusto por la lectura. Este gusto es posible de alcanzar cuando se cuenta con las condiciones aptas para su ejercicio, desde libros a precios accesibles para todas las familias, hasta infraestructuras dignas y acogedoras en colegios y bibliotecas públicas. Pero un clima escolar seguro en que los estudiantes lectores sean respetados, sin ser víctimas de ofensas ni denostaciones, también es fundamental. De acuerdo a un informe de factores asociados a resultados educativos, publicado por la Agencia de Calidad el año 2016, "un buen clima escolar puede marcar una gran diferencia de hasta 26 puntos en Lectura, y 12 puntos en participación y formación ciudadana en educación básica, si se lo contrastase con un establecimiento con un mal clima escolar".
Para mejorar, seguirá siendo vital considerar cuidadosamente listas de textos y autores que leen nuestros estudiantes; dignificar los espacios en los cuales llevan a cabo sus lecturas; incorporar a las familias en el proceso de desarrollo lecto-escritor y hacer buen uso de las nuevas tecnologías, pero también, darle un mucho mayor protagonismo al respeto y el cuidado no sólo de los libros, sino de quienes les dan verdadera vida, sus lectores.
GUSTAVO ROJAS A. Director Enseña Chile. Región de Los Lagos.
Parque Eólico Calbuco
El motivo de esta carta es para referirme al proyecto Parque Eólico Calbuco, que pretende instalarse en Huayún Bajo, muy cercano a la comunidad indígena Huayún Mapu.
Como comunidad indígena, estamos luchando desde 2015 para que esta empresa no se instale en nuestra comunidad por efectos negativos que nos pueda ocasionar a futuro. Nuestra comunidad está emplazada a 20 kilómetros al Noroeste de Calbuco y aquí hemos vivido toda nuestra vida, los descendientes de nuestros antepasados. Es un lugar maravilloso por sus paisajes, su flora y fauna nativa, ríos, aguas subterráneas incontaminadas, su borde costero y mar son un paraíso de la naturaleza. Es un lugar único de tranquilidad para nuestro diario vivir como comunidad.
Debido a esto, nuestra oposición es tenaz a la construcción de cualquier proyecto industrial que pueda modificar nuestro entorno.
Nuestro rechazo se hizo sentir desde un principio y seguiremos luchando hasta el final. Estamos claros que luchamos contra gigantes con inmenso poder económico, que siempre quieren avasallar a comunidades pobres y socialmente vulnerables.
En nuestra comunidad Huayún Mapu pedimos a los parlamentarios de la zona, que traten de conocer nuestra situación y se pronuncien públicamente de nuestro problema. Nosotros somos los votantes en tiempo de elecciones. No los gigantes económicos.
NELSON HUINIMILLA. Comunidad Indígena Huayun Mapu.
Importancia de tener mamá
Sabemos lo relevante que es una madre en nuestras vidas. Está con nosotros desde los primeros latidos que damos para decir aquí presente. Luego, nos acompaña en cada jornada de nuestro desarrollo.
Sin embargo, a veces, por no decir siempre, es olvidado ese protagonismo: por flojera de escritura, por ser poco agradecidos. En fin, muchas son las razones.
Por estos días, ante un suceso lamentable, trágico, en el cual la ciudad se conmovió por el accidente de la aeronave que se desplomó sobre una casa, otro drama se desarrolló conjuntamente; esto tan sólo por el hecho de no considerar los apellidos maternos al darse los nombres de los fallecidos.
El alcance de nombre de una pasajera, fallecida, con el de un familiar de quien escribe, levantó todas las alertas: teléfonos, llamadas, susto, pena, drama, angustia... Todo lo cual se habría evitado si el comunicado hubiese tenido el nombre y los dos apellidos (padre y madre).
Un llamado de atención entonces a considerar en todo momento al ser que nos da la vida y también nos da su apellido.
IVETTE S. MÉNDEZ HARRIS.