El alcalde de Puerto Montt Gervoy Paredes confirmó que en los próximos días tiene agendada una reunión en Santiago con el Subsecretario de Desarrollo Regional (Subdere) Miguel Flores para tomar decisiones respecto al relleno sanitario La Laja. Iniciativa a la que Puerto Montt no está mirando con buenos ojos por un factor fundamental: el valor de la construcción y operación.

La polémica respecto al proceso que ha tenido la instalación de este relleno que trataría la basura de las nueve comunas de la Provincia de Llanquihue se sigue acentuando, porque hasta el momento el municipio de la capital regional no ha confirmado ni descartado su participación en este proyecto.

VALPARAÍSO

El alcalde Paredes, junto con asegurar que espera la reunión con el subsecretario de Desarrollo Regional (Subdere) Miguel Flores, puso en duda el alto costo que tendrá el relleno La Laja.

"Conocimos de la inauguración del primer relleno sanitario que comenzó a operar en Valparaíso con 35 hectáreas. Producto de ello nos preguntamos por qué vale 6 millones de dólares y acá vale 18 millones de dólares. Además en Valparaíso se estima una vida útil de 15 años y acá es de 10 años. Debido a ello existen más dudas aún que surgen en este proceso y que son necesarias aclarar. Necesitamos respuestas de parte de la Subdere, e incluso vamos a proponer una visita al relleno sanitario de Valparaíso para saber por qué sale más barato allá", comentó.

En Maullín por su parte están preocupados por la posible contaminación que pueda tener el río una vez que entre en operación La Laja.

Desde el municipio de Maullín se informó que "se encargó un estudio de los afluentes del Río Maullín, que arrojará resultados sobre los contaminantes que afectan a éste ecosistema, terrestre y marino, además de solicitar al Seia información sobre el impacto que tendrá la próxima puesta en marcha del relleno sanitario La Laja y sus posibles efectos negativos que pueda tener en el río, esperando que quienes se hagan cargo de los residuos sólidos de la Provincia de Llanquihue, respeten las normas establecidas por ley sobre el cuidado del medio ambiente".

OFICIO

El alcalde de Frutillar y presidente de la asociación de Municipalidades de la Provincia de Llanquihue Ramón Espinoza informó que presentó un oficio a la Fiscalía Nacional Económica con la finalidad de dar a conocer a la autoridad las dificultades que existen en la ejecución del proyecto La Laja en Puerto Varas.

En el documento, que se suma a la presentación hecha a la Contraloría Regional de Los Lagos el 26 de septiembre pasado, se presenta la conducta del alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes y el anuncio de restarse de este proyecto, así como las negociaciones que ha mantenido con Rexin y otras empresas que presentaron propuestas de manejo de residuos, pero que quedaron fuera de la licitación original del proyecto por falta de capacidad técnica, experiencia y económica.

"El proyecto de La Laja implica una intervención importante en materia sanitaria, que cumple con las medidas de impacto ambiental necesarias para un relleno sanitario que recibirá los residuos domiciliarios de toda la provincia. Las alternativas que ha negociado en forma personal el alcalde de Puerto Montt, no garantizan las mismas condiciones para la gestión de residuos", indicó la autoridad de Frutillar.

De acuerdo a Ramón Espinoza el principal motivo de esta presentación a la Fiscalía Nacional, es el impedimento a la libre competencia que podrían significar las negociaciones que la empresa Rexin ha sostenido con el municipio de Puerto Montt, sin considerar a las ocho comunas restantes de la Provincia de Llanquihue.

"El hecho que se presente esta propuesta exclusivamente a Puerto Montt, fuera de los precios de mercado y con una estrategia de tratamiento distinta va contra toda norma", adujo el edil.

Licitación

Durante la semana pasada se conoció que la licitación para la construcción y manejo del recinto fue adjudicada al consorcio de Colombia Interaseo. Se trata de una firma que tiene operaciones en Ecuador hace cinco años, en Panamá diez años y en Perú hace tres años.

En su país de origen la empresa opera en Barranquilla, Valledupar, Sincelejo, Pereira, Ibagué, Soledad, Sucre, Bogotá, Cali, Riohacha, Maicao, Malambo, Galapa y Ciénaga, y cuenta con servicios de recolección de desechos, barrido en forma manual y mecánica, maquinaria, recuperación, tratamiento y aprovechamiento, transferencia y diseño, y construcción de la infraestructura para rellenos sanitarios.

La firma también opera sitios para la disposición final de los residuos en siete ciudades de la misma nación.