Me sorprendieron las declaraciones del ex intendente Sebastián Montes respecto del relleno sanitario de La Laja, sosteniendo que él habría estado siempre en contra de esta importante iniciativa. Inaudito, tratándose de una autoridad que debiera apoyar, perfeccionar y mejorar un proyecto de larga tramitación y resultado de una política sanitaria de largo aliento, y que busca mejorar las condiciones ambientales y establecer un mejor servicio de disposición final para un volumen intercomunal significativo de residuos.

Con recursos públicos de un programa especial y con una cooperación externa de alto estándar tecnológico, se avanzó en la compra del terreno, en su calificación ambiental y ahora en su construcción y operación. Por cierto que todo ello es perfectible, especialmente si se fiscaliza con rigurosidad, se establecen licitaciones competitivas y trasparentes y si el acuerdo estratégico entre Municipios intervinientes es sólido, preciso y de conveniencia para todos sus integrantes. Ello parece de toda evidencia frente a situaciones en el límite como el vertedero de Lagunitas que no puede seguir prestando dicho servicio.

Me tocó enfrentar como intendente de la Región Metropolitana una situación aún más crítica, con el colapso del vertedero de Lepanto y en donde el conjunto de la basura de Santiago iba a tener solo la alternativa del Norte. Con una política abierta, con modificaciones al plano regulador y licitaciones eficientes, hoy en el Gran Santiago existen varias estaciones de trasferencia y simultáneamente tres rellenos sanitarios de alto estándar. Ello se hizo con decisión, voluntad y buenos acuerdos entre municipios participantes. Y con trasparencia frente a un negocio "habitualmente opaco" en su operación. Nunca tuve dudas que La Laja y sitios adecuados en la provincia de Osorno y en la Isla Grande de Chiloé eran aspiraciones locales para enfrentar este tema complejo. Buenos rellenos sanitarios de disposición final, permiten perfeccionar clasificación y reutilización de residuos en cada ciudad.

Ojalá que las autoridades regionales y la asociación de Municipios vayan fortaleciendo este proyecto. Sorprende que antiguas o actuales autoridades se pronuncien, a esta altura, de modo tan negativo sobre esta iniciativa. A lo menos, a mí me consta el trabajo riguroso del equipo profesional que trato este proyecto y obtuvo su certificación ambiental. Perseveremos en esa dirección y respaldemos un acuerdo justo y equitativo en la asociación de Municipios. Existen muchos otros temas claves, como el Intercomunal costero y del Lago, que compromete la acción conjunta de las entidades locales