Los bomberos y sus protegidos
La rifa de finales de año -cuyos números están en plena circulación- da la opción ciudadana de agradecer a Bomberos.
La solidaridad navideña de diciembre se puede expresar también atendiendo a las aspiraciones y necesidades del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt, que por estos días, a través de sus voluntarios, recorre la ciudad ofreciendo números para su gran rifa de fines de año y con ello recolectar recursos económicos indispensables para la optimización de su equipamiento y aportar así un servicio cada vez más expedito y eficaz en su noble misión protectora de las vidas y bienes de la población de esta capital regional, cuyo explosivo crecimiento demanda servicios bomberiles también de mucho potencial.
La institución bomberil puertomontina, con gran esfuerzo y perseverancia, y con el primordial respaldo de la comunidad, ha ido superando etapas en su tarea de modernización de equipos. Para lo cual, anualmente, recurre a la generosidad local a través de la campaña del sobre en invierno y, como ahora, con el sorteo del cierre del año.
La respuesta de la gente siempre ha sido generosa y las metas se han ido alcanzando. Adquisiciones como los vanguardistas trajes antiflamas y el adecuado fortalecimiento, en avance, de carros con eficientes escalas telescópicas, son, entre otros, la mejor demostración de lo mucho que aportan las donaciones ciudadanas.
Es oportuno también tener presente el gran anhelo de los caballeros del fuego porteños, que es desarrollar un amplio y bien implementado centro y escuela de entrenamiento bomberil en el sector rural de La Vara. Donde se puedan ir formando la nuevas generaciones voluntarias no sólo de Puerto Montt y la región, sino que de toda la zona sur austral patagónica. Una altruista y visionaria iniciativa que, no obstante contar con el respaldo del Gobierno Regional, ha sido obstaculizada por mezquinos egoísmos y arcaicas burocracias externas que no han hecho más que estancar el importante proyecto, que -de haber sido esencialmente valorizado- a estas alturas ya se habría hecho realidad.
Así como la población imperiosamente necesita de sus Bomberos, estos requieren de la buena voluntad y ayuda de sus protegidos para cumplir ese voluntario compromiso de vida y de honor. La rifa en curso facilita, sin duda, esa mutua lealtad.