"A este pobre Presidente le pegan por todos lados todos los días". Con esa frase Sebastián Piñera resumió ayer los cuestionamientos que ha recibido durante su administración, y que se intensificaron desde su propio bloque tras la reciente derrota presidencial.
El mandatario visitó ayer la Región del Biobío, desde donde respondió las críticas que se han desatado en las últimas semanas luego que el ex candidato presidencial Andrés Allamand lo responsabilizara del revés electoral, por la marginación que hizo de su Gobierno de la clase política.
"Algunos fueron ministros, fueron parte del gabinete y no dijeron nunca nada. Luego, cuando fueron candidatos presidenciales, decían que iban a ser los continuadores de esta gran obra", comentó Piñera a radio Digital de Concepción.
El Presidente recordó que el ex ministro de Defensa incluso hizo publicidad en diarios con fotografías de ambos.
"Cuando una persona cambia de manera sorpresiva, prefiero hacer delete (borrar)", añadió el mandatario.
Piñera dijo que, para él, cuestionamientos como que gobernó sin los políticos o que no tuvo capacidad comunicacional son "una autocrítica", ya que a su juicio eran los partidos y los parlamentarios los llamados a promocionar los avances que tuvo su Gobierno.
Además, los comparó con Catón, el censor del imperio romano "que veía los errores sólo en el resto y no en sí mismo". El Presidente aseguró que la derrota electoral, le "dolió tanto como a ellos", pero asumió que "las victorias tienen mil padres y las derrotas son huérfanas".
El Jefe de Estado le pidió a los partidos de su sector que realicen un examen de "autoconciencia", tal como habría hecho él al interior del gabinete.
"No tenemos esa soberbia para decir que no me arrepiento de nada, por supuesto que habría hecho las cosas distintas", dijo, sin enumerarlas. Sin embargo, tras mencionar los avances conseguidos en su período, sentenció que "hoy día Chile es mucho mejor que hace cuatro años".
La derrota en la segunda vuelta gatilló una crisis en la Alianza, pero especialmente en RN, que en las últimas semanas ha sufrido el alejamiento de varios militantes. Los últimos fueron los diputados Karla Rubilar, Joaquín Godoy y Pedro Browne, que anunciaron el martes su alejamiento de la colectividad para formar un nuevo partido más afín a sus ideas aperturistas.
El Presidente aseguró ayer que la situación de RN "me preocupa, me interesa, porque estoy comprometido con lo que pase con Chile, con la Alianza, con nuestro sector". Sin embargo, mantuvo la incertidumbre sobre lo que realizará cuando deje el Gobierno, pese a que antes del balotaje comentó sus deseos de crear una fundación o un nuevo referente para defender la obra de su período.
"Voy a seguir colaborando... desde qué trinchera, no lo sé. Hasta el 11 de marzo me voy a preocupar sólo de una tarea, ser Presidente", añadió.
Piñera comentó que luego con su esposa Cecilia Morel realizarán una "jornada de reflexión para reinventarnos, porque después de entrar a La Moneda cambiaron nuestras vidas".
Piñera comentó el aumento de su aprobación de 43 a 45% en diciembre y la caída del rechazo de 47 a 41%. El Presidente dijo que si eso se llevara a una escala de 100%, la cifra a su favor superaría la que tuvo la Alianza en la segunda vuelta.
"Yo estoy muy agradecido del pueblo chileno. Uno está más contento cuando la gente reconoce y aprecia el trabajo. Me produjo alegría", reconoció el mandatario.
Piñera inició una gira de verano que lo llevará por todas las regiones, en la que quiere despedirse de la ciudadanía.
"Estoy un poquito sentimental, pero es natural", asumió.
El Presidente se dio tiempo incluso para comentar la serie de lapsus que protagonizó durante estos casi cuatro años, y que el periódico The Clinic popularizó como "Piñericosas".
"La vida sin humor ni sin amor, no vale la pena vivirla. Me río mucho con las 'Piñeracosas