Macarena Gallegos

Manuel Soto Muñoz cumplió nada menos que 100 años y lo celebró en grande, como ameritaba la ocasión, con toda su familia hijos, nietos y bisnietos además de amigos y vecinos.

Cumplir un siglo de vida no es algo común por estos días, de allí la importancia de destacarlo y conocer parte de su historia.

Largas mesas, platos de comida y una gran torta, esperaban a los comensales que durante todo el día sábado llegaron hasta la casa de don Manuel ubicada en el sector Costa Tenglo Alto de Puerto Montt, lugar donde vivían sus padres y donde él ha permanecido desde siempre.

Feumeliza, una de sus cinco hijos, recalcó lo especial de este aniversario "es muy difícil que alguien cumpla 100 años y él quería que lo celebráramos, siempre me lo decía. Nos fue difícil reunir a la familia, no todos podrán venir".

Don Manuel es un hombre sacrificado y trabajador. Se desempeñó en agricultura y en los criaderos de Mariscos De Solminihac, fue navegante por el estuario de Reloncaví y Ancud, construyó casas y botes.

La pasión por el mar es una de las herencias que ha entregado como es el caso de su bisnieto Camilo Godoy, de 24 años "lo que yo hago, soy marino, se lo debo a mi bisabuelo y a mi abuelo, me siento orgulloso de él porque me inculcó la senda hacia el mar".

Don Manuel y su esposa tuvieron 8 hijos de ellos tres murieron al poco tiempo de nacer, estos 5 hijos le dieron 20 nietos y 30 bisnietos, el menor de tan sólo 2 años.

Don Manuel se casó a los 25 años con Berta Maldonado, la mujer que lo acompañó por 70 años, pero quien falleció hace poco tiempo, "hay momentos en que se acuerda de ella y se pone muy triste", recalca Feumeliza con emoción en sus ojos.

Una de las nietas, Carolina Treuquemil, de 32 años, también percibe la tristeza de su abuelo, "él tiene pena porque murió su señora hace ya más de un año, desde ahí se siente solo, él es el pilar de la familia, nos enseñó el valor del trabajo, que con esfuerzo se logran las cosas y que nada es gratis".

El secreto para vivir tantos años es la buena alimentación y calidad de vida, el campo le ha entregado a don Manuel la salud necesaria para cumplir un siglo.

"Tiene artrosis en las rodillas por eso está descansando todo el día, se levanta, toma desayuno y se recuesta en su sillón acompañado con sus dos gatos y su perrita, nosotras con mi hermana nos turnamos para cuidarlo y rezamos para que Dios nos de salud y podamos seguir haciéndolo", dice Feumeliza.

A pesar de su edad, don Manuel compartió con sus invitados, quiso agradecerles y disfrutó de la comida.

La fiesta se extendió por todo el fin de semana ya que nietos y bisnietos seguirían llegando para saludarlo, frente a ello el festejado manifestó su alegría, "estoy muy contento de que casi todos hayan venido, no creí que fuera posible, estoy agradecido de mis hijos y vecinos".