El CDSC Puerto Varas no puede ante Tinguiririca y se despide del sueño
Javier Andrade Cárdenas
Los fantasmas volvieron a hacerse sentir en el coliseo municipal. Rostros que denotaban esfuerzo e impotencia. Al final, las lágrimas que derramó Patricio Briones frente a la barra de los "Incansable de la 6" lo decía todo.
Puerto varas necesitaba imperiosamente el triunfo en casa para extender la serie de semis a un quinto partido y soñar con el título de la Movistar, pero no fue así. En el primer cuarto, Puerto Varas dejó traslucir su ímpetu proponiendo un juego ofensivo con Grady Reynolds que colaboraba en faenas ofensivas. Desde el arranque, los locales se mostraban ansiosos de comandar las acciones y se veían bien aplicados en el rectángulo. Un partido muy calcado que se presentaba calcado al anterior.
Hasta que a los dos minutos y 30 segundos vino lo impensado. Un corte de luz en el recinto dejó a oscuras por algunos instantes.
Y pareció que esta mala pasada fue un apagón también para el cuadro puertovarino. Los locales cometieron algunos errores en la entrega y en los rebotes, de ahí que este finalizara con ventaja para el cuadro "energético" por 23-20.
El segundo cuarto comenzó con el primer triple de Rodrigo Espinoza, lo que hacía presagiar la resurrección de los lacustres, pero nada de eso ocurrió, puesto Reynolds era el hombre más marcado del juego y con ello, los visitantes mantuvieron la ventaja que se fue ampliando.
Un inspirado Franco Morales se convertía en la principal amenaza para los dirigidos de Cipriano Núñez, logrando asegurar desde media distancia la diferencia.
El primer tiempo terminó con un guarismo de 45-38, a favor del elenco de San Fernando.
El trámite del encuentro no sufrió mayores variaciones en el comienzo del tercer cuarto. Mientras Espinoza no se afirmaba con sus lanzamientos de media distancia, Patrick Sáez se enfocaba y aprovechaba las licencias defensivas de los dueños de casa. Por otra parte, Geddes Robinson estuvo lejos de su nivel y se mostró como uno de los más bajos de Puerto Varas. Definitivamente, se fueron del partido y faltando tres minutos y medio, los visitantes sacaban una ventaja de 22 puntos (49-71), la mayor del partido. El partido quedó prácticamente sellado en esta fracción cuando el marcador se estiraba la distancia para los forasteros.
El último cuarto marcó el ingreso de Nicolás Ulloa y se esperaba el milagro de remontar. El público despertó cuando el equipo inició su levantada y quedaron a 11 puntos, pero la esperanza duró algunos minutos, puesto que Tinguiririca retomó el nivel y tranquilizaron las acciones hasta el final.
Así Puerto Varas le dijo adiós al título y la visita se medirá ahora a Osorno Básquetbol en la final de la temporada 2013-2014 de la Liga.