Problemas
Sebastián Velásquez Cáceres
Hace algunos meses, la Municipalidad de Puerto Montt, entregaba las tradicionales escaleras que habían sido sometidas a un proceso de restauración, que involucró una inversión que superaba los 750 millones de pesos, con el fin de convertir estos espacios públicos, en puntos más amables y que permitan ser una porte al hermoseamiento de la ciudad y un atractivo para el turismo.
En total fueron seis las escaleras que entraron en este proyecto de reparación, las que se ubican en las calles Freire, Ancud, Chillán, Ejército, Rancagua y Diagonal Germania.
De hecho algunas escaleras, no sólo contemplaron un diseño arquitectónico más moderno, sino también se incluyeron algunos factores como una mejor iluminación, para evitar focos delictivos.
Sin embargo al hacer un recorrido por estas obras, se puede corroborar, que algunas de ellas ya presentan daños en sus estructuras, principalmente en los escalones, donde se puede apreciar que faltan trozos o hay trizaduras, producto de la acción mal intencionada de terceros.
En la escala de Calle Rancagua por ejemplo, se hizo además de la restauración, un proyecto de luminarias y de placas informativas, donde se cuenta la historia del casco histórico de la ciudad. Lamentablemente estas placas, hoy se encuentran totalmente rayadas, con pinturas, lo que no permite apreciar la información.
El alcalde Gervoy Paredes, hace un llamado a la comunidad, a cuidar este tipo de proyectos, con el fin de mantener la ciudad en buenas condiciones. "Lo que nosotros esperamos también, es que la comunidad nos ayude a cuidar, ya que los recursos humanos, las inspecciones, en el caso de los municipios son limitados", indicó el edil.
Paredes señaló que es fundamental el rol de los vecinos y de los dirigentes sociales para cuidar estos bienes.
En tanto José Segura, concejal y presidente de la Comisión de Turismo, se suma al llamado a cuidar estas obras.
Segura critica que existe una especie de cultura de la destrucción, que debe cambiarse en nuestra sociedad.
Los daños y los rayados no son los únicos problemas que se dan en las remozadas escaleras. En el caso de la que se ubica en calle Chillán, algunos de los locatarios que se ubican a un costado de las obras, reclaman que muchas personas utilizan estos espacios casi como baños, por lo que a diario deben limpiar para evitar problemas. Llaman a las autoridades vigilar esta situación, principalmente en la noche.