La UE cambia metas del cambio climático
Científicos especializados en la investigación climática revelaron ayer que están analizando los extraños resultados de por qué el hielo antártico alcanzó un crecimiento récord en 2013 a pesar de que la Tierra registró uno de los diez años más calurosos desde 1880.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y la agencia espacial estadounidense NASA publicaron ayer un informe conjunto sobre el clima en 2013 que revela que Australia vivió su año más caluroso de la historia.
A diferencia de lo que ocurre en el Polo Norte, donde el hielo se derrite cada vez más rápido, en el sur ocurre todo lo contrario, según establecieron los científicos, sobre todo a través de las mediciones realizadas en septiembre.
"El año pasado se dio la mayor expansión de la que hemos tenido registro", dijo ayer en conferencia de prensa el investigador Thomas Karl, director del centro de datos climáticos nacional de la NOAA en Carolina del Norte.
"Eso es algo que está siendo investigado", agregó.
Por otro lado, un colega de Karl en la NASA, Gavin Schmidt, apuntó que la situación climática en el hemisferio sur es "más complicada" que en el norte y reveló que el gran agujero en la capa de ozono en el sur cambió los patrones actuales del viento y el mar.
Los científicos advirtieron que no hay que sacar conclusiones simplistas de estos hallazgos -como el de la Antártida-, así como de las temperaturas extremadamente frías que se han registrado. Este mes, por ejemplo, la temperatura en gran parte del este de Estados Unidos bajó a niveles que no se habían visto en 20 años.
"Las tendencias a largo plazo no desaparecerán. No es un error de cálculo", indicó Schmidt, quien advirtió que el calentamiento global provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero perdurará.
La NASA también estimó que la temperatura promedio de la superficie de la Tierra en 2013 fue de 14,6 grados celsius, 0,8 grados por encima de la base de 1880.
Los investigadores advirtieron que la temperatura subirá otros cuatro grados en el actual siglo si el mundo no llega a un acuerdo para reducir las emisiones que provocan el calentamiento global.
Según los científicos, la única manera de evitar un crecimiento catastrófico del nivel del mar por el derretimiento de las capas polares y de prevenir la aparición de tormentas cada vez más letales es lograr que el aumento máximo de la temperatura este siglo sea de dos grados centígrados.
En esa misma línea y el informe sobre el cambio climático divulgado por la ONU la semana pasada indicó la falta de logros en el control de las emisiones de gases de efecto invernadero a causa del retraso de los países en cumplir las metas acordadas han puesto al planeta cerca de la imposibilidad de luchar contra este problema.
El documento del Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC), hecho público por la edición digital del diario The New York Times, alertó que la situación ha llegado a un nivel crítico que hace aumentar el riesgo de graves problemas económicos y que, si en los próximos 15 años no se limitan las emisiones, el problema será imposible de controlar con la tecnología que contamos en la actualidad.
La Unión Europea se abstuvo de imponer metas ambiciosas para sus medidas a favor de la energía renovable, debido a temores de que afecte su frágil recuperación económica. Para desilusión de Alemania, grupos ambientalistas y otros, la Comisión Europea se abstuvo de proponer medidas obligatorias más estrictas para impulsar las metas de energía renovable para sus 28 países miembros. En lugar de ello, propone una meta menos ambiciosa de 27% para el 2030.