G-20 propone crecimiento de 2% de la economía mundial y combatir la evasión
Agencias
Los ministros de Finanzas de las 20 principales economías del mundo acordaron ayer, en la cumbre que se realizó en Sydney, medidas para aumentar en 2% más el crecimiento global en los próximos cinco años.
"Siendo realistas, estas políticas podrían implicar dos billones de dólares más de actividad económica global y decenas de miles de nuevos empleos", afirmó ayer el ministro australiano, Joe Hockey, al cierre del encuentro de representantes de Economía y jefes de Bancos Centrales.
El bloque pidió también que se desarrolle un modelo único para el intercambio automático de información fiscal, lo que permitirá combatir la evasión.
"Las ganancias deben pagar impuestos donde se producen las actividades económicas que producen los beneficios y donde se crea el valor", señala la declaración final, que pide que a finales del año próximo el intercambio de información sea automático.
"Tomaremos medidas ambiciosas pero realistas", subraya el comunicado entregado a la prensa internacional.
Las medidas concretas se adoptarán en la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de noviembre en Brisbane. Según transcendió, se fomentará la competencia, se aumentará la liberalización del comercio y se mejorará el clima de inversiones, sobre todo para proyectos de infraestructura y pequeñas y medianas empresas.
"Cuando miramos el mundo vemos una recuperación pero aún es débil, la demanda no es lo suficientemente fuerte", señaló el secretario del Tesoro de EE.UU., Jack Lew. "Por eso, la decisión de Sydney de centrarse en el crecimiento es tan significativa".
Los países emergentes finalmente no declararon de forma abierta sus críticas a la política monetaria de Estados Unidos, que está retirando los estímulos a la economía y ha provocado tensiones en los mercados extranjeros. Antes de la cumbre estas economías habían pedido una mejor coordinación a Washington, pero finalmente firmaron la declaración final, en la que se afirma que todo el mundo se beneficia de la normalización de la política monetaria en los países industrializados.
En el texto se destaca, sin embargo, que cada nuevo paso será analizado en profundidad y comunicado de manera clara, teniendo en cuenta las consecuencias para la economía mundial.
También se indicó en la misiva que el dinero barato sigue siendo necesario en muchos países ricos, pero que a largo plazo hay que acabar con esa política.
A pesar de eso, los países emergentes pidieron cautela en la retirada de los estímulos a la nueva presidenta de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Janet Yellen, que acudió en Sydney a su primer encuentro internacional de ministros de Finanzas desde su nombramiento.
La política ayudó inicialmente a las economías emergentes porque fluyó a sus territorios capital barato, pero la retirada de estos fondos está causando turbulencias ahora en sus mercados y presiona sus monedas.