Rusia responde ante el reinicio de plan en Ucrania
Mabel González / Agencias
A punto de cumplirse una semana del acuerdo de Ginebra para desactivar el conflicto de Ucrania, las partes enfrentadas siguen acusándose de incumplimientos, mientras el Gobierno de Kiev reanudó ayer la operación "antiterrorista" en el este, donde continúa la ocupación de las fuerzas prorrusas.
Unidades del Gobierno recuperaron el control de Sviatogorsk, en el este del país, de donde fueron expulsados los separatistas prorrusos, según informó el Ministerio del Interior.
El operativo no dejó víctimas y ayer las fuerzas ucranianas patrullaban la ciudad de 4.500 habitantes, en la que se ubica un importante monasterio ortodoxo. Además, el desarme de uniformados armados prorrusos continuaba ayer, incautándose más de seis mil armas, según el Gobierno. Los separatistas, en tanto, seguían ayer controlando Slaviansk, a 30 kilómetros al sur.
Mientras, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, volvió a advertir que enviará a sus tropas si los ciudadanos rusoparlantes son atacados en territorio ucraniano. "Un ataque contra ciudadanos rusos es un ataque contra la Federación Rusa", dijo al canal estatal RT.
Lavrov insistió en que Rusia defenderá los intereses de sus compatriotas de un ataque, como ya hizo en 2008, cuando Moscú envió tropas a Georgia para repeler a las fuerzas del Gobierno georgiano en Osetia del Sur. Lavrov destacó, sin embargo, que las tropas rusas congregadas en la frontera continuaban en territorio ruso y hasta ayer no entraban en Ucrania.
Por su parte, Ucrania acusó oficialmente a Rusia de apoyar a los "terroristas" y separatistas del este de la ex república soviética, donde continúa la ocupación de edificios públicos. Rusia debe influir en sus seguidores para "poner fin a la violencia y liberar a los rehenes y edificios ocupados", señaló el Gobierno de Kiev, que aseguró que su deber es proteger a los ciudadanos pacíficos de las bandas armadas.
"El Ejército sólo tiene una orden: proteger a los ciudadanos ucranianos como manda la ley y el juramento militar", señaló en un comunicado. "Lamentablemente, en estos momentos ciudadanos pacíficos son víctima de agentes y terroristas", agregó.
Lavrov acusó al Gobierno de Kiev de estar bajo el tutelaje estadounidense y como prueba, dijo que Kiev lanzó su operación militar contra los rebeldes separatistas en el este inmediatamente después de una visita del director de la CIA, John Brennan, a Kiev la semana pasada. "Ucrania es sólo una manifestación del rechazo estadounidense a ceder en la lucha geopolítica", dijo Lavrov, añadiendo que las soluciones que vienen de Washington no pueden remediar una crisis que EE.UU. no entiende.
Mientras, la violencia continuaba ayer en el este de Ucrania. El Gobierno de Kiev confirmó el hallazgo del cadáver del político Vladimir Rybak, del Partido Patria de la ex jefa de Gobierno Julia Timoshenko, en un río cerca de la ciudad de Slaviansk, controlada por las fuerzas prorrusas. Rybak, defensor de la unidad de Ucrania, fue torturado hasta morir, según las versiones oficiales.
Los activistas prorrusos rechazaron haber capturado a un periodista estadounidense -como había trascendido- e indicaron que un reportero israelí fue retenido provisionalmente el lunes, pero después fue puesto en libertad, dijo Miroslav Rudenko, autodenominado líder de las "milicias populares". Sin embargo hasta ayer no se confirmaba que el periodista Simon Ostrovsky, de la revista estadounidense "Vice", se encuentre libre.
Mientras tanto, unos 150 soldados estadounidenses aterrizaron ayer en la base polaca de Swidwin para participar en maniobras militares durante los próximos dos meses, dentro del plan anunciado por el Pentágono de enviar 600 uniformados a Polonia, Lituania, Letonia y Estonia.