Reforma Tributaria y su discusión en Senado
El proyecto de Reforma Tributaria fue aprobado por la Cámara de Diputados tras un cuestionable modo de llevar adelante las grandes reformas a las que aspira el gobierno. En efecto, una reforma que el oficialismo ha dicho que será las bases del sistema tributario del país por los próximos 30 años, merecía ser discutido con una mayor apertura al dialogo con los distintos actores gremiales y diputados de oposición. Es por esta razón que este proyecto de alza de impuestos ha ido perdiendo cada vez más el apoyo ciudadano. El oficialismo vuelve a tener una oportunidad para corregir los errores cometidos en la tramitación del proyecto en la Cámara y buscar en el Senado un verdadero acuerdo nacional sobre la reforma tributaria que está impulsando. Para alcanzar tal propósito los senadores oficialistas deben abrirse a escuchar a los distintos sectores políticos y gremiales para que vayamos construyendo un país más justo y menos desigual entre todos. De lo contrario, solo conseguiremos un país más dividido y menos estable política y económicamente. La historia de los senadores que son parte de la Comisión de Hacienda y del Senado como corporación me hace ser optimista. Es razonable esperar que un senador como Andrés Zaldívar, busque una discusión inclusiva, después de años de experiencia en el Congreso. Lo mismo del senador Montes, habida consideración que en la comuna de La Florida abundan pymes y emprendimientos de clase media emergente. Y del senador Ricardo Lagos Weber, donde su historia familiar apunta al reconocimiento del valor de los grandes acuerdos. Por mi parte, procuraré que en la discusión de esta iniciativa legal, los distintos gremios y organizaciones civiles puedan ser debidamente escuchados durante la tramitación de este proyecto. Especial atención tendré respecto a las implicancias que esta reforma trae a la actividad agrícola y ganadera, producto, entre otras cosas, de la eliminación de la renta presunta, asegurando que los representantes de estas actividades tengan un espacio adecuado para ser considerados en la discusión. Generar un clima de hostilidad contra los sectores productivos (pequeños, medianos y grandes), solo trae consigo inestabilidad social y económica. Ya, en los primeros 100 días de gobierno de la Presidenta Bachelet, se habrán perdido 50 mil empleos. Por tal motivo, tengo puesta la esperanza en que en el Senado el oficialismo enmendará su manera de abordar este proyecto que tanta preocupación ha causado en las pymes, asociaciones gremiales y clase media del país.
Senador de la República.