Desde hace ya algún tiempo hemos sido testigos y destinatarios de una sistemática campaña de desinformación por parte de la derecha política y económica, destinada a causar confusión e incluso temor en la ciudadanía respecto de cada una de las tareas que el Gobierno ha emprendido en el marco del programa de gobierno comprometido. Esta forma de actuar no es nueva ni menos casual. La oposición ha optado por hacer de la confusión, la duda y el terror su principal bandera de lucha, con una intencionalidad claramente obstructiva frente a los cambios propuestos para avanzar hacia una democracia más participativa, y en definitiva mas inclusiva e igualitaria, que se haga cargo de los intereses y problemas reales de los millones de chilenos y chilenas, antes que sólo de los intereses de una minoría privilegiada. Frente a ello, el trabajo sistemático y cercano de nuestras autoridades de gobierno, parlamentarios, consejeros regionales, alcaldes y concejales, así como el compromiso de nuestros dirigentes sociales, nos permite seguir avanzando a pie firme por el camino de las certezas que iluminan nuestro quehacer cotidiano. Generando certidumbre en materia de seguridad pública, haciendo de esta materia un asunto de Estado, integrando las diversas miradas en el marco de un actuar responsable y exento de gananciales cortoplacistas. Fijando inicialmente las reglas del juego en materia tributaria, aprobando una reforma que garantiza equidad en materia impositiva, asegurando que quienes ganan más paguen más, permitiendo con ello al Estado generar mejores políticas públicas que apuesten a disminuir las enormes brechas de desigualdad sociales existentes en Chile. Certezas en materia energética, con la creación de una agenda clara que apuesta a fomentar las Energías Renovables No Convencionales, permitir el ingreso de nuevos actores al mercado y disminuir los conflictos con la comunidad en materia energética, a través de Planes de Ordenamiento Territorial con participación ciudadana. Certezas en materia educacional, con el impulso de una Reforma que apuesta por un cambio trascendental en esta materia, terminando con el lucro, la selección y el copago, cambios que sentarán las bases para una educación pública de calidad para nuestros hijos, sin sujeción a la capacidad económica de sus padres, y que reconoce la provisión mixta y el derecho a escoger el establecimiento en donde estudiarán sus hijos. Certidumbre y responsabilidad de un Gobierno que ciñe su actuar al conjunto de compromisos programáticos y a la demanda permanente de la gran mayoría de chilenos y chilenas expresado en el amplio respaldo electoral que hoy nos permite ser una Nueva Mayoría para Un Chile de Todos.

Intendente de la Región de Los Lagos.

Frente a la actual preocupación puertomontina, por el desorden que afecta la seguridad ciudadana y opaca el atractivo turístico que podría ofrecer el sector céntrico de Puerto Montt, no son pocos -entre ellos profesionales y entidades- los que se han acordado del inconcluso y frustrado proyecto Bulevar de calle Antonio Varas, que consideran debería reactivarse para contribuir a la solución de esta problemática urbana que daña el prestigio de la capital regional, sobre todo en los ámbitos del turismo. Está comprobado que el Paseo de calle Talca perdió su esencia y rol de tal, para convertirse hoy en una suerte de bazar de múltiple comercio callejero. Mientras que la principal vía porteña, que es Varas, sobre todo hacia la arteria de Ancud, al fondo, suele mostrarse invadida de actividades ajenas que, incluso, entorpecen el desplazamiento de la gente, además del anegamiento que la afecta con las fuertes lluvias en uno de sus tramos. A lo que se añade el obstáculo de los pilares de cemento que quedaron instalados en esa arteria, testimoniando una obra (bulevar) que se inició y que no se llevó adelante. Pero que -ahora- emerge como un adelanto importante de concretar y que podría devolverle la dignidad a la principal vía del centro de la capital regional.

Hace un par de lustros, se enfatizaba que el gran Bulevar de Puerto Montt estaba llamado a 'peatonizar' la zona céntrica de la ciudad, a proteger de las inclemencias atmosféricas, a hacer más agradable el recorrido central, a garantizar la permanencia en el tiempo del comercio histórico y a potenciar la imagen turística que va logrando nuestro puerto frente a los visitantes nacionales y extranjeros. La inversión en aquella obra, en su totalidad, ascendía a los mil millones de pesos, e involucraba la habilitación de una plazoleta y la instalación de cableado eléctrico bajo tierra, en una primera etapa, y el techado del sector entre el Paseo Talca y calle Chillán, en la fase siguiente.

Todo ello bajo una óptica preservadora de nuestro sello sureño, en relación a la utilización de maderas autóctonas, consideración del mar circundante y de nuestras tradiciones incluso estéticas. Tomemos en serio el Bulevar. Puede ser el remedio para sanar el corazón central de Puerto Montt.