Tras el anuncio presidencial de un tren suburbano provincial para nuestra zona, previo "análisis de factibilidad" -y todo muy lejos del clamor de siempre del tren al sur desde Santiago que tanto se necesita-, la comunidad puertomontina, liderada por el Centro para el Progreso, ha continuado en la incertidumbre porque, una vez más, no ha hubo claridad ni contundencia en cuanto a la decisión gubernamental que se esperaba para poner en marcha el imprescindible medio de transporte ferroviario entre la capital del país, ciudades intermedias y Puerto Montt, suspendido hace un decenio. Despojo que se intentó reactivar en 2005 con un tren de medio uso destinado al fracaso, como así sucedió.
El sur del Chile de hoy, conforme a los periódicos colapsos carreteros registrados y la gran importancia turística que está adquiriendo la zona, cada vez más visitada por viajeros nacionales y extranjeros, así como por el incremento del movimiento laboral, amerita imperiosamente del siempre estratégico servicio ferroviario tanto de pasajeros como de carga. Una realidad cada vez más evidente frente a esta dinámica demanda, que exige mejores alternativas de transporte en cuanto a rapidez, seguridad y confort.
Los sureños estamos cansados de tanta desidia y postergación, reflejado en los consabidos burócratas estudios, que generalmente terminan en calidad de calmantes y no como definitivos remedios. El clamor, entonces, es que funcione, de una vez por todas, la regionalización, que ha estado tan en boga en el último tiempo. Pero que al momento de las realizaciones no opera. Como acaba de ocurrir con los 4.200 millones de dólares que invertirá el Gobierno para mejorar el transporte público, llevándose la mayor tajada Santiago, Valparaíso, Antofagasta y Concepción; mientras que las demás regiones, como siempre, deberán conformarse con las migajas del "engañito" de los estudios sobre estudios, que no hacen más que desajustar la paciencia regional y desconfiar de la sonajera de las promesas políticas sobre la soñada equidad social y descentralización.
Ahora, el anhelo es llegar a la Presidenta, -con el plan tren al sur-, respaldados por los parlamentarios y, ojalá, con un sólido bloque interregional.