Fiscal dice que arma que mató a Nisman fue disparada a un centímetro del cráneo
El arma de tipo Bersa calibre 22, que su colaborador Diego Lagomarsino aseguró haberle entregado al fiscal argentino Alberto Nisman un día antes de que muriera en sospechosas circunstancias, habría sido disparada a un centímetro de distancia del cráneo.
Así lo afirmó la fiscal que investiga el caso, Viviana Fein, quien ayer aseguró que "el arma fue apoyada sobre la sien. No hay distancia", en declaraciones a TN. "La bala atravesó la masa encefálica sin orificio de salida y causó la muerte instantánea", agregó.
Esto contradice las versiones que trascendieron ayer en la prensa trasandina, que aseguraban que el disparo fue percutado a 15 o 20 centímetros de la cabeza del fallecido persecutor.
Estas versiones del peritaje balístico que realizó la Policía Federal, fueron filtradas ayer por diversos medios trasandinos, como el diario Clarín y atribuidas a fuentes judiciales de dicho medio.
Según se informó, ese dato reforzaría la idea de que el Fiscal Especial de la Unidad AMIA no se habría suicidado, porque la pistola no se habría apoyado en el cráneo, como es frecuente que suceda cuando se trata de un suicidio.
La información publicada asegura que por el tipo de arma, de baja velocidad, si la pistola es percutada pegada al cráneo, la bala queda adentro y si hay orificio de salida, es completamente limpio. Pero la prensa afirmó que la bala que mató a Nisman sí salió y causó gran pérdida de masa encefálica.
Incluso trascendió que por eso que los investigadores estaban analizando las manchas de sangre encontradas en el espejo del baño donde fue hallado.
Los peritos buscarán determinar la dirección, velocidad y la trayectoria del disparo y también si la víctima estaba quieta o se movía cuando se produjo, lo cual se puede establecer según las gotas de sangre halladas en la escena.
"El arma que se utilizó -una pistola Bersa calibre 22 largo- es de gran letalidad porque tiene fuerza de entrada pero no de salida. Además, tiene un trayecto errático", explicaron peritos expertos al diario Perfil.
"Llama la atención la salpicadura en el espejo porque es improbable que suceda, excepto que sea producto de una sobrevida o que la bala haya tocado una arteria cuando ingresó a la cabeza, pero esta pericia puede determinar si se trata de una escena plantada (fabricada) o no", agregaron las fuentes.
Aunque las primeras pericias descartaron la intervención de terceras personas, el suicidio no ha sido confirmado y las contradicciones y cabos sueltos aumentan la confusión respecto a la eficacia de la investigación.
Tras no haber encontrado restos de pólvora en la mano de Nisman, la fiscal del caso, Viviana Fein, se encuentra a la espera del cotejo del ADN y del examen balístico para determinar definitivamente si la bala que mató a Nisman salió del arma calibre 22 encontrada junto al cuerpo.
El arma había sido facilitada por un colaborador, Diego Lagomarsino, quien visitó el domicilio del fiscal un día antes de la muerte y no fue registrado por los policías encargados de la custodia de Nisman.
A pedido de la jueza de la causa, Fabiana Palmaghini, una custodia del cuerpo de Gendarmería nacional protege desde anoche a Lagomarsino, a quien ayer se le prohibió la salida del país. Además, se revisan las cámaras de seguridad del exclusivo edificio donde vivía Nisman y las llamadas telefónicas.