Si bien estamos viviendo recién la primera quincena de febrero, a muchos padres ya se les "apareció marzo" con las compras de útiles escolares.

Las librerías de la capital regional están registrando un intenso movimiento por estos días estivales, donde se espera llegar al peak de ventas anuales que, para muchos, representan parte importante de sus ingresos. Estimaciones preliminares dan cuenta que por cada estudiante, los padres desembolsarán entre $ 20 mil y $ 100 mil, dependiendo del nivel de enseñanza (prebásica, básica o media), así como del establecimiento educacional (municipal, particular subvencionado o particular).

Las variables son muchas, pero más aún la oferta de precios y diversidad de artículos, por lo que lo fundamental es cotizar y comparar, según las recomendaciones que al respecto ha entregado el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), que hizo un estudio en Santiago, donde detectó diferencias de hasta 222% por un mismo producto, al compararlo entre un supermercado y una librería.

Leticia Cárcamo, madre de dos niños de 10 y 9 años, dijo que prefiere hacer sus compras en el supermercado "porque me gusta escoger los útiles. En las librerías hay que estar pidiéndolos. Aquí es más fácil".

Esta dueña de casa de Los Muermos sostuvo que dispuso de $50 mil para cada una de las listas que le encargaron en el colegio de sus hijos, que incluye 13 cuadernos para cada uno de ellos.

EN LIBRERÍAS

Pedro Barrientos, encargado de la Librería Escolandia (local 15, Edificio España), afirmó que en ese local los pedidos oscilan entre los $25 y $60 mil, lo que dependerá de la cantidad de útiles que sean requeridos.

"Generalmente las listas de los jardines infantiles son las que incluyen más materiales, lo que hace que se encarezca, porque el abanico de productos es superior", explicó.

Reconoció que para el caso de la enseñanza media "a veces es menos, unos $ 15 mil, porque requieren menos cosas, generalmente cuadernos y lápices".

Respecto de la competencia que significan los supermercados, dijo que disponen de una "buena oferta, pero son cosas puntuales", mientras que las librerías "siempre van a tener una cobertura amplísima, en relación a la lista en sí. No se puede discutir que hay diferencias de precios, pero ello radica en la calidad de los productos, además que las personas tienen la posibilidad de elegir lo que está al alcance de su presupuesto", enfatizó.

En tanto que Juan Hernández, vendedor de la Pérgola del Libro (O'Higgins 185), dijo que están trabajando en base a las solicitudes que les hacen llegar sus clientes, para lo cual se han reforzado debidamente con el personal suficiente para atender la demanda.

Sobre los costos, dijo que una lista con textos escolares "puede salir, en promedio, sobre los $200 mil; pero sin esos libros, pude salir la mitad ($100 mil)". En tanto que la más económica, bordea los $20 mil.

La temporada escolar es la más esperada por el sector, reconoció Jorge Céspedes, propietario de Mi Librería (Egaña 121 y Antonio Varas 762), la que se extiende hasta los primeros días de abril.

"La lista más barata no puede bajar de los $30 mil, para educación básica. Pero puede llegar a $80 mil, en prebásica, porque piden una mayor cantidad de ítem. Pero, con los textos puede, fácilmente, llegar a unos $120 mil", aseveró.

Céspedes resaltó también que las librerías disponen de "personal capacitado y atención preferencial" para responder a todos los requerimientos de los clientes, a diferencia de lo que ocurre en tiendas del retail o supermercados.

"Los colegios piden cosas específicas y especiales, por lo que tenemos que ampliar nuestro mix de artículos, con marcas especializadas que son demandadas por los colegios. También incrementamos nuestra fuerza de venta, en al menos un 100%. En la sala de ventas de Varas, tengo que tener entre 12 a 15 personas", reconoció.

EFECTO ADVERSO

Un aspecto en el que todos coincidieron fue el "bajón" que han experimentado las ventas. Todos lo atribuyeron al efecto de entrega gratuita de útiles a los estudiantes de colegios municipalizados.

"Me parece muy bueno que la Municipalidad entregue ese aporte. Pero, ha bajado considerablemente la venta en esta temporada, que representa hasta el 60 % de las ventas anuales de una librería", dijo Pedro Barrientos.

Estimó en un 40 % la merma que han registrado, a partir de la implementación de ese plan social del municipio.

Barrientos reiteró los positivos efectos de ese programa, pero criticó que no se proteja al comerciante local, ya que asignó la licitación de $900 millones a una empresa extranjera.

Juan Hernández, de la Pérgola del Libro, reconoció que las ventas "no son como antes. Ha habido una baja", que estimó en un 25%, por lo que la mayoría de las solicitudes provienen de colegios particulares subvencionados y particulares.

Mientras Jorge Céspedes dijo que no tienen una mirada mezquina respecto del programa municipal, pero deben reconocer que les ha afectado la medida. "Desde el punto de vista social es muy potente lo que hace el alcalde (Gervoy Paredes). Porque en una familia con dos niños, significa un ahorro mínimo de $100 mil en el presupuesto de marzo", afirmó.

Pero, desde una mirada comercial criticó que ese dinero no haya quedado en la ciudad. "Esto no afecta sólo a los 'libreros', sino que a otros comercios. La compra no se circunscribe a las seis o siete librerías, ya que también se desarrolla en minimarkets, mercados particulares y librerías de barrio, que venden menos. Esos 900 millones que dejan de circular, afecta a todos", explicó.

En su caso, estimó la baja en sus ventas en un 30 a 35 %.

Adquirir productos en el comercio establecido, así podrá exigir sus derechos. Y, cotizar con tiempo.

Guarde su boleta para ejercer la garantía legal, si el producto sale malo.

Organícese con otros apoderados para comprar productos al por mayor y así poder abaratar los costos.

Si compra al crédito, fíjese en la CAE y en el Costo Total del Crédito (CTC).

No le pueden exigir comprar determinadas marcas o listas en ciertas empresas o locales comerciales.

Revise los derechos y deberes que tiene como consumidor.

$ 200.000 es el

monto máximo que puede llegar a costar una lista de útiles escolares. Esto es incluido los textos de estudio, que sólo son exigidos por algunos establecimientos educacionales.

222% fue la diferencia de

precio más importante que detectó el Sernac en un mismo producto escolar, al realizar una encuesta entre librerías y supermercados de Santiago.

40% menos de sus ventas es

el efecto máximo que los comerciantes de librerías reconocieron haber experimentado, como consecuencia del plan municipal de entrega de útiles a alumnos vulnerables.