Luego que una menor sindicara como "cliente" al abogado Jorge Rodríguez Lopetegui (50), quien se encuentra privado de libertad en el penal de Alto Bonito de Puerto Montt tras ser formalizado por la Fiscalía ante un supuesto vínculo con la red de explotación sexual infantil, aparecieron testimonios de otras adolescentes que lo conocían.

Las diligencias realizadas por la SIP de Carabineros logran establecer que el imputado mantenía contacto telefónico y a través de Facebook con una de ellas. Inclusive hay un tráfico de llamadas como prueba.

Varios colegas quedaron sorprendidos. "Es muy buena persona y un excelente litigante, jamás se supo nada malo de él. Realmente es una noticia sorpresiva y uno siente pena", dijeron.

"Era un poco desordenado e irresponsable en algunos detalles, pero como profesional es muy bueno, muy destacado", comentó otro abogado.

Algunos señalan que sabían de su consumo de droga en los últimos años, "pero sólo eso, nada más. Es un abogado muy bueno en lo que hacía, muy inteligente también".

EL SET FOTOGRÁFICO

El fiscal preferente de la causa, Marcello Sambuceti, detalló en la audiencia de formalización -que se realizó este jueves 12 de febrero- varios detalles.

La investigación nace a partir de las indagaciones que se desarrollaban respecto al empresario turístico y gerente general de la época del Costa Bahía, Manuel Liberona (actualmente en prisión preventiva).

Dentro del contexto de la declaración de la menor de edad, que entrega en el mes de octubre de 2014, le cuenta a Carabineros sobre la existencia de diversos clientes, porque admitía que ejerció la prostitución.

En ese entonces, la adolescente estaba bajo el amparo de la residencial Aldeas SOS de Puerto Varas, dependiente del Sename.

"Ella concurría al sector céntrico de Puerto Montt y en esas circunstancias conoce a distintas otras menores y de esa manera conoce a diferentes clientes. Ella menciona al personal policial la existencia de una vinculación de una persona que conoce como Jorge y lo describe como el abogado. Señala que se trataría de una persona que ejerce su labor en una oficina del sector céntrico y precisa la ubicación", manifiesta el persecutor.

La niña también describe al imputado como una persona que viste de traje, zapatos puntiagudos y usa un maletín. Además, señala que es alto, canoso, tez blanca, con mucho pelo en la zona abdominal.

Una vez que la afectada sindica el lugar, Carabineros se dirige a la oficina, ubicada en el Edificio Centro de calle Urmeneta N°537. Se fijan que hay una pizarra y se dan cuenta que aparece escrito el nombre del abogado.

"Se incorpora la fotografía (del abogado) en un set fotográfico que se le exhibe a la menor en dos set. En uno no aparece su fotografía y en el segundo sí… Ahí lo sindica como aquel que conoce como Jorge, 'el abogado'... Ella menciona que iba a la oficina".

Sambuceti agrega que en al menos cinco oportunidades del 2013, la menor fue al inmueble y sostiene que hubo relaciones sexuales con el abogado, a cambio de dinero.

Hasta la oficina llegaban dos menores que eran hermanas, de 15 y 16 años. En dicho lugar se hacían fiestas, donde había consumo de alcohol y drogas (cocaína). La víctima hablaba de "falopa" y describe ventanas, puerta, alfombras y diplomas de honor.

INFORME SEXOLÓGICO

En el Servicio Médico Legal de Puerto Montt se hizo un examen en noviembre de 2014, antes que la menor cumpla 14, para conocer un informe sexológico.

"El examen pericial es compatible con penetración vaginal reiterada y respecto del desarrollo físico en relación con la menor, es coincidente con una menor de entre 11,5 años a 13 años de edad, aproximadamente". Lo anterior -recalca el fiscal- "permite concluir que el año 2013 tenía a lo menos 12 años".

Pero, además, se identificaron a las otras menores que mencionó la víctima, donde una de ellas la llevó hasta el inmueble del abogado.

Una de las adolescentes indica que "Jorge, porque lo indica por su nombre, le pagó 10 mil pesos por llevar a la menor (víctima). Además, menciona que (el abogado) se comunicaba con ella para que lleve a la menor y tenga relaciones sexuales y que era cargante de pedir y pedir a la víctima".

Y sostiene que ella nunca tuvo relaciones con el profesional. Sin embargo, dice el fiscal, está la dinámica entre las menores de no reconocer este tipo de hechos, pero sí sindican a otras.

Una menor asegura que el abogado "lleva a chicas a su oficina y les pagaba a menores de edad 20 lucas para que tengan relaciones sexuales". Esta misma joven sindica a otra adolescente que también iba a la oficina. Se logra establecer que con esta última, había un contacto permanente.

TRÁFICO DE LLAMADAS

En la investigación queda al descubierto que Jorge Rodríguez le ofreció dinero a esta última menor para tener relaciones sexuales, pero ella no accedió. "Dentro de ese contexto, le agarró la vagina y el pecho... Se comunicaban a través de Facebook o por teléfono celular... Solicitamos tráfico de llamadas de la oficina del imputado y su teléfono celular. Se pudo advertir que habían tráfico de llamados entre ellos, entre el 23 y 30 de septiembre de 2014, en 11 oportunidades".

La misma menor menciona que "las ". Esta misma joven dijo que el imputado mantenía relaciones con la víctima y otras dos menores.

También está la declaración de una mujer que ejercía la prostitución y conoce a las menores, afirmando que ella también estuvo con el abogado.

Los antecedentes aportados por la Fiscalía en la formalización del imputado, respecto de que Rodríguez habría realizado encuentros sexuales en su oficina, con niñas menores de edad, en donde además les habría proporcionado drogas y alcohol, llevaron al Servicio Nacional de Menores de querellarse en la causa en contra del detenido y evalúe la solicitud de nuevas diligencias, con el fin de establecer los alcances de estos hechos y determinar la participación de las niñas mencionadas en la causa y eventualmente alguna otra que hasta el momento no se conozca. La directora regional, Pamela Soto, señaló que "no podemos pasar por alto los hechos a los que se vincula a este abogado y eso también nos alerta, respecto a que los abusadores no tienen un perfil determinado, mucho menos un nivel educacional o clase social específica; pueden estar en cualquier parte y el llamado es a la comunidad a denunciar".