Es un dato objetivo y comprobado que la agricultura y los agricultores de la zona siguen golpeados por la sequía más severa de, al menos, los últimos 50 años, esto, para un eje productivo, es una situación grave para el desarrollo regional y nacional.
Por ello que los centenares de agricultores, sus familias, los gremios asociados y todo el mundo agrícola ha reaccionado adoptando medidas propias, al margen de las que el Estado también les aporta.
Tenemos hoy en día una emergencia aquí y ahora, que se está viviendo mientras escribo esta columna y mientras usted la lee. Ante esto, es una buena noticia que las personas, mediante su iniciativa propia, están tomando medidas independientes de la autoridades, lo que es lógico porque nadie conoce sus necesidades mejor que quien las tiene. Pero el Gobierno no puede restarse de estos esfuerzos, muy por el contrario, debe enfocar sus energías a prestar soluciones ahora.
De ahí la importancia de que haya habido una jornada técnica, donde centenares de agricultores recibieron y debatieron acerca de medidas para enfrentar la sequía y los días que vendrán, mismos que mantienen en crisis al sector agrícola de la Región de Los Lagos.
Desde otro punto de vista, los agricultores y quienes viven de la actividad han manifestado su preocupación por no saber de qué forma se distribuirán o bajarán los recursos por parte del Gobierno a los afectados.
Esta situación de desinformación no es aceptable, la primera ayuda que necesitamos y lo mínimo que podemos exigir de quienes nos gobiernan es información oportuna y completa. En ese sentido, estaremos muy atentos a que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan .
Afortunadamente las coordinaciones de gremios agrícolas con organismos de colaboración financiera también ha funcionado para ir concretando mejores convenios que les permitan acceder a insumos y condiciones para enfrentar una sequía tan grave como esta, y más aún seguir abordando los efectos ya evidentes que va a generar la post sequía .
Felipe de Mussy.