El necesario fortalecimiento del SII
Tal como se insistió reiteradamente durante la tramitación de la reforma tributaria, para el cumplimiento del programa de gobierno de la Presidenta Bachelet -que se hace cargo de demandas históricas de la población en materia de educación y salud- se requiere de un importante aumento de la recaudación fiscal, la que se pretende obtener a través de cambios en la normativa tributaria y mediante una disminución efectiva de la evasión y la elusión. El proyecto de ley que fortalece al Servicio de Impuestos Internos -que fue aprobado por el Senado esta semana- busca, precisamente, que esta institución cuente con nuevas y mejores herramientas para adaptarse a los cambios impositivos y para aumentar su capacidad fiscalizadora. Resulta lógico que un Gobierno que pretende elevar las condiciones de vida de nuestra gente también esté preocupado por el fortalecimiento del Servicio encargado de la fiscalización tributaria. Es cierto que hoy toda la atención está puesta en la arista política, con las serias repercusiones en la confianza ciudadana. Sin embargo, resulta relevante tener a la vista también el grave perjuicio al erario público provocado por el uso de mecanismos de evasión generalizados, especialmente, en las grandes empresas.
Hasta ahora, más allá de la voluntad de fiscalizar que hayan tenido las diferentes autoridades que han pasado por el Servicio, resulta evidente que éste no ha contado con las capacidades suficientes para enfrentar estos fenómenos pues, entre otras razones, la institución no crecía a la par que la economía, que se modernizaba aceleradamente y se hacía más compleja. Pero el fortalecimiento del SII no es sólo un imperativo para fines de recaudación. Es también una exigencia de equidad. El ciudadano común que trabaja como dependiente no tiene ninguna capacidad de evitar el pago de IVA por todas las compras que realiza o el impuesto al trabajo que se le descuenta de su remuneración, mientras que el poderoso, compra a través de su empresa para evitar el pago del IVA o recurre a la ingeniería tributaria para evitar el pago del impuesto a la renta. Por lo tanto, la importancia de este proyecto de ley -que será prontamente despachado para convertirse en ley- no se restringe a los funcionarios del Servicio de Impuestos Internos, que por cierto merecen mejores condiciones laborales. Lo más relevante es que los cambios ayuden a viabilizar las reformas sociales que requiere el país y a corregir la escandalosa inequidad tributaria que ha quedado en evidencia en el último tiempo.
Rabindranath Quinteros Lara.