Dispar realidad viven mitilicultores afectados por lluvias y el Calbuco
CHORITOS. Mientras unos evidencian efectos, otros trabajan con normalidad.
La erupción del Volcán Calbuco y el reciente temporal de viento y lluvia, tuvieron importantes efectos en diferentes sectores productivos. Uno de ellos es el de los mitílidos.
Primero fue por la ceniza volcánica que se depositó en el Estuario del Reloncaví. Algunos empresarios debieron sacar las semillas de choritos rumbo a Calbuco y Chiloé.
José Argel reconoció que durante tres semanas no hubo problemas con la entrega de productos, hasta que a mediados de mayo algunos clientes detuvieron esas solicitudes.
"Encontraron mortalidad al recibir sus cargas, así que nos pararon los embarques. No sabemos el motivo, aunque creemos que es por el volcán", manifestó el dirigente, quien recientemente recibió recursos del Programa de Apoyo a la Industria de Mitílidos.
El productor de Sotomó reconoció que aclararán esas dudas una vez que las autoridades del sector tomen muestras de las aguas en los centros de cultivo, donde "la semilla se ve bien", aseguró.
En el área, dijo, existen alrededor de 7 concesiones e igual número de áreas de manejo, en las que no han reportado pérdidas. "Los colectores están completos, con todas las semillas", reiteró.
Ulises Bray, del sector Cascajal, reforzó lo anterior y dijo que han estado cosechando en forma normal, aunque "hay muy pocos clientes por la semilla", se lamentó.
EN HORNOPIRÉN
Otra situación viven en El Cobre de Río Negro, en Hornopirén, donde el barro ingresó a los centros de cultivo y hay hundimiento de las líneas.
"El viento sumergió las boyas, que no fueron capaz de reflotar y se hundió todo", relató la mitilicultora Ana Pineda, quien estimó en 60 las concesiones individuales de pequeños productores que existen en la zona de Hualaihué. El resto son áreas de manejo de pescadores artesanales.
Dijo que por cosecha cada productor logra 300 toneladas de semillas, lo que se redujo en un 20 % por el temporal; es decir, unas 60 toneladas menos.
"Perdimos producción, materiales y dinero, porque se tiene que invertir en reflotar esas líneas. Todo es sobre el millón de pesos", calculó.
Los pequeños productores de choritos reconocieron que obtienen dos cosechas al año: entre abril y mayo, y entre noviembre y diciembre.