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El estrés laboral, el excesivo uso de los dispositivos electrónicos y la mala alimentación son algunos de los factores que pueden conducir al mal dormir. Este hábito erróneo tiene efectos negativos en el autocontrol de las personas y supone riesgos para la vida personal y profesional de los individuos, además de problemas de salud.
Así lo advierte un estudio de la Universidad de Clemson, Carolina del Sur (EE.UU.) y publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience.
En una investigación titulada "Las interacciones entre los hábitos de sueño y el autocontrol", el equipo de sicólogos concluyó que una persona que se priva del sueño tiene mayor riesgo de sucumbir a deseos impulsivos, sufrir falta de atención y tener dificultades a la hora de tomar decisiones que pueden ser cuestionadas.
"El autocontrol es la parte de la toma diaria de decisiones. Cuando se presentan los deseos y las oportunidades en conflicto, el autocontrol permite mantener el control", señaló en un comunicado June Pilcher, perteneciente a Clemson y una de los cuatro autores del estudio.
los efectos
Los investigadores realizaron una revisión de documentos anteriores que demostraron que las personas que trabajan de manera excesiva duermen menos o en momentos irregulares, situación que deriva a una pérdida de sueño crónica que afecta en la toma de decisiones.
"El ejercicio de autocontrol permite tomar mejores decisiones cuando se presenta con los deseos y las oportunidades en conflicto. Esto tiene implicancias de largo alcance en la carrera de una persona y la vida personal", recalcó Pilcher.
Los malos hábitos de sueño, que incluyen un dormir de manera inconsistente y no descansar las horas suficientes, también conduce a problemas de salud, tales como el aumento de peso, la hipertensión y otras enfermedades ligadas a la alteración del ritmo circadiano, más conocido como el "reloj biológico".
Otros estudios "también encontraron que la privación del sueño disminuye el autocontrol y aumenta la hostilidad en las personas, lo que puede crear problemas en el lugar de trabajo y en el hogar", afirmó Pilcher.
soluciones
Tener mejores hábitos de sueño puede contribuir a un nivel más estable de las reservas energéticas diarias. La disponibilidad de energía puede incluso aumentar la capacidad de una persona para tomar decisiones más difíciles en lugar de optar por la vía más rápida.
"Muchos aspectos de nuestra vida cotidiana pueden ser afectados por un sueño mejor gestionado y la capacidad de autocontrol. La mejora de la salud y el desempeño de los trabajadores son dos beneficios potenciales. Pero los problemas de la sociedad, como las adicciones, el juego excesivo y los grandes gastos también podrían ser más controlables cuando las deficiencias del sueño no están interfiriendo con la propia toma de decisiones", concluyó Pilcher.
baja productividad
En mayo, un estudio realizado en Reino Unido por Rand Europe y la Universidad de Cambridge afirmó que la falta de sueño disminuye la productividad de los trabajadores. Los investigadores descubrieron que los empleados que dormían seis horas o menos cada noche fueron significativamente menos productivos que los que dormían siete u ocho horas.
Los empleados que se encontraban físicamente inactivos, tenían preocupaciones financieras, problemas de salud mental o problemas musculoesqueléticos reportaron una menor productividad, al igual que aquellos que dijeron que eran intimidados en el trabajo o estaban bajo presiones de tiempo poco realistas. Los empleados con responsabilidades no remuneradas vinculadas al cuidado de personas también fueron menos productivos.