Correo
11 de Septiembre de 1973
Mañana, los chilenos conmemoramos el 42° aniversario del Pronunciamiento Militar y aún permanece en nuestras memorias el recuerdo que marcó ese día para una Nación que vivía jornadas de odiosa convulsión social y política, en medio de un escenario económico que llevaba al país a un despeñadero.
Fueron casi 17 años de Gobierno, donde las Fuerzas Armadas y de Orden consolidaron las bases de una agobiada República que reclamaba orden, estabilidad y nuevas estrategias de desarrollo que ofrecieran un mejor horizonte para sus ciudadanos.
La intervención militar de 1973 no fue capricho de un grupo de uniformados. Lo ocurrido fue el resultado de una serie de situaciones que comenzaron a manifestarse a mediados de la década del '60. Así, el gradual deterioro de las bases fundamentales de la sociedad dio paso al debate de dos opciones irreconciliables: "dictadura del proletariado" o "burguesía capitalista".
Ese Chile de 1990 -cuando la administración militar se aprestaba a entregar el Gobierno a las nuevas autoridades democráticamente elegidas- no puede compararse a ese Chile de 1973.
Gracias a la firme convicción de los miembros de la Junta de Gobierno que encabezó el Presidente Augusto Pinochet, la economía nacional abrió nuestras fronteras al mundo y en términos institucionales un plebiscito aprueba la nueva Constitución Política (1980) que fortalece la libertad ciudadana por sobre cualquier otra circunstancia, ampliando los derechos fundamentales de las personas.
En esta fecha, de indiscutida trascendencia, rescato la frase de un distinguido abogado que pronunció el año 2007: "El Presidente Pinochet no necesita monumentos ni avenidas que recuerden y exalten su nombre, porque su ejemplo y sacrificio palpita en el corazón de Chile y su figura se proyectará con toda su grandeza en las nuevas generaciones que ocuparán mañana el inmenso vacío que deja su ausencia".
ROBERTO MARDONES SÁEZ.
Diálogos Formación Técnica
El motivo de la presente nota es para dar a conocer a la comunidad regional que los días 27 de agosto en Osorno, el 4 y 7 de septiembre Puerto Montt y Castro respectivamente, se celebraron los Diálogos Participativos de la Formación Técnica, coordinados por la Secretaría Ministerial de Educación y organizados por los correspondientes Departamentos Provinciales de Educación, a través de los Jefes Provinciales: Eliana Theil en Osorno, Cristián Calixto en Llanquihue y Armando Barría en Castro.
El propósito de la actividad indicada fue recoger la opinión de Sostenedores, Directivos, Docentes, Estudiantes, Padres y Apoderados, Instituciones de Educación Superior, representantes de la comunidad y el entorno productivo de los Liceos Técnico Profesionales de dependencia pública y particular de la Región de Los Lagos, sobre la situación actual de la Formación Técnica y su proyección, para reflejarlo en la Política del sector que próximamente publicará el Ministerio de Educación.
Cabe destacar la alta convocatoria de participantes en las tres provincias, y mejor aún, el alto nivel técnico de las opiniones entregadas por los representantes de los diferentes estamentos participantes, lo que da la confianza suficiente para diseñar un sistema regional de Formación Técnica integrando el Nivel Medio y Superior, con un apoyo sistemático del sector productivo, y así entregar propuestas formativas pertinentes que realmente respondan a las líneas de desarrollo productivo regional y nacional.
OMAR MELO PÉREZ. Coordinador Regional de Educación Media. Secretaría Ministerial de Educación Región de Los Lagos.
Punta Peuco
La eventualidad de cerrar Punta Peuco para trasladar sus prisioneros a otras cárceles, hace reflexionar en los motivos que tendría la Presidenta para llevarlo a efecto. Las condenas tienen por objetivo privar de libertad al condenado, un bien fundamental del ser humano, y alejarlo de la sociedad porque se supone es un peligro para ella.
Exceptuando alguno, el resto de los DD.HH. de estas personas se mantiene incólume y deben respetarse.
Se han hecho varios reportajes para dar a conocer las condiciones en que viven estos reclusos, en que sus edades van de los sesenta a noventa años, necesitando vivir acorde, pero sufren incomodidades.
Todos sabemos que las condiciones de las cárceles públicas del país, en su mayoría son deplorables por su hacinamiento. Si la intención fuera la preocupación por los presos, lo lógico sería mejorar la vida de estos últimos.
Cerrar Punta Peuco hace pensar en venganza sin reconciliación y verdad, que se contradice con los DD.HH. y la intención de la justicia.
MARCOS CONCHA VALENCIA.