Una de las grandes trabas que existen y que marcan la diferencia entre una ciudad con vocación turística y otras que pretenden serlo, es la amabilidad de su gente más allá de la industria en sí. Porque una cosa es que los servicios, hoteles y restaurantes destinados al turismo, fomenten la hospitalidad, la amabilidad y la sonrisa permanente entre sus trabajadores como sello distintivo, y otra muy distinta es que la ciudad en general lo sea.
Pues bien, en aquel aspecto es en el que quieren intervenir el Casino Dreams y el municipio de Puerto Varas, con la comunidad lacustre. En trabajar con diversos talleres, para cambiarle el "chip" a la comunidad y recibir a los turistas este verano, para la temporada alta, con una actitud distinta; que marque la diferencia. Y si bien el proceso no es sencillo, y cambiarle la mentalidad y la actitud a la población requiere de tiempo, la cruzada en la que se ha embarcado el Casino Dreams es digna de valorar, porque es un aporte a la actividad. Y de alcanzar los objetivos propuestos, le agregará valor al destino Puerto Varas en general. La iniciativa que es pionera en el país, busca promover la "cultura de la amabilidad" e impactar positivamente en la industria del turismo. Y como ha dicho su gerente, Manuel Rojas, por la escala de la comuna de Puerto Varas, las posibilidades de ejercer el efecto transformador, es bien alto. Porque la cultura de la amabilidad debe permear a la comunidad, y todos deben sentirse parte del sello que debiera caracterizar y distinguir a Puerto Varas, desde el recepcionista del hotel, pasando por el trato y cobro justo por parte del taxista o por la recomendación al turista bien intencionada del artesano que trabaja en la calle.
La comuna lacustre tiene un nombre en el turismo tanto nacional como internacional, y se ha ganado una valoración como destino; pero si ahora agrega este valor a su oferta, la posibilidad de retorno del turista y la recomendación del destino, se multiplicará con favorables efectos para la comuna en su conjunto y sus alrededores. Porque nunca hay que perder de vista que el destino Puerto Varas debe ser mucho más que el límite urbano de la comuna, y comprender que para el visitante, lo es todo, desde la llegada al aeropuerto hasta cada rincón que recorre. El beneficio que traerá a los propios habitantes de la comuna el éxito de esta iniciativa es aún difícil de ponderar, pero sin duda favorecerá a todos los comercios y servicios, y hasta impactará en la plusvalía de las propiedades; sin contar por cierto, el efecto directo que generará en la propia industria.
Es tiempo en consecuencia de valorar esta iniciativa y hacer un llamado a todos los puertovarinos a que se sumen a este gran desafío de la ciudad.