El histórico cesfam San Pablo amplía sus instalaciones con apoyo solidario
P. MONTT. El primer centro de salud creado en Chile es administrado por el Arzobispado, luego de su creación por solicitud de un párroco. Hoy está en fase de sectorización de acuerdo al Minsal.
En pleno proceso de sectorización está el Centro de Salud Familiar (Cesfam) San Pablo, el primero de Puerto Montt, y el único que ha tenido la participación de sus usuarios que fueron sometidos a una votación para el cumplimiento de la normativa establecida por el Ministerio de Salud (Minsal).
La sectorización depende de la población inscrita y cada uno debe contar con una población entre 4 a 5 mil usuarios, según explica la directora del establecimiento administrado por el Arzobispado de Puerto Montt, la enfermera Evelyn Ojeda, quien muestra el mapa epidemiológico en que están trabajando. Pero lo más importante, es el crecimiento que ha experimentado este centro de salud, que nació para satisfacer una gran necesidad de una población que hace 35 años exhibía altos niveles de pobreza.
La mayoría de los usuarios se habían tomado terrenos, otros estaban en campamentos, con falta de accesibilidad vehicular, no entraban ambulancias , ni vehículos de médicos. Fue entonces que construyeron una casa que no superaba los 40 metros cuadrados, la que dividieron para una sala de espera y tres box. Se le llamaba el policlínico de Mirasol. El primer médico fue el doctor Nolberto Vergara, en calidad de voluntario y también director.
Paso a paso fueron extendiéndose hasta llegar a los 700 metros cuadrados, que permite atender a 11.587 personas en dos sectores de acuerdo al territorio, considerando la población flotante que llega desde Calbuco y Alerce, entre otras poblaciones y localidades.
Cada uno, de los dos sectores, considera el equipo de cabecera: dos médicos, una matrona, una enfermera, una nutricionista y un odontólogo.
Sólo la Población Bernardo O'Higgins, que es del sector II, cuenta con una población de 4.500 personas, junto a otras seis poblaciones, cifra casi similar a lo que tiene el sector I con 25 poblaciones.
En tanto trabajar con el mapa epidemiológico, que es un mapa de riesgo y enfermedades que afecta a la población les permite un trabajo más personalizado, dice la enfermera.
Sólo se atiende a los inscritos en Fonasa, indigentes o del Programa de Reparación y Ayuda Integral de Salud y Derechos (Prais). Las personas incluidas en dicho Programa, según lo estipulado en la Ley Nº 19.980, tienen derecho a recibir atención de salud gratuita en la red pública, indistintamente de su tramo de ingreso o si es afiliado a una Isapre.
Infraestructura
La ampliación del segundo piso y restauración del primer piso, ha permitido trabajar con mayor comodidad, incluso ahora cuentan con un casino, cocina, baño y casilleros para el personal. Hay un sala de estimulación temprana para los que derivan desde el programa Control de Niño Sano, con alteraciones sicosocial.
Hay una sala de kinesiología, que posee una elíptica, pero esperan con la ayuda de la comunidad poder ampliar con otros equipos que se requiere, para ofrecer mejor salud a quienes más lo necesitan y no pueden concurrir a centros privados. Hay una farmacia que trabaja con el programa Fofar (Fondos de Apoyo de Farmacia) para la salud primaria y crónicos, según la patología.
Salas amplias y habilitadas para el acopio de leche y vacunatorio con el debido resguardo que se requiere, además de los box de médicos, dentistas y matronas que conforman un equipo trasversal, que puede atender a ambos sectores.
Diariamente se reciben alrededor de 400 pacientes que van rotando en los diferentes servicios. Además cuenta con cámaras de vigilancia , control de plagas, entre otras redes de apoyo.
Inédito
El encargado de Recursos Humanos, Carlos Quiñones, recuerda que este es un "consultorio pionero a nivel nacional, como modelo de salud familiar". Todo comenzó con el aumento de la población, a partir de fines de la década de los 70.
Había gente que muchas veces no tenían para costear un pasaje para salir ahí, entonces surgió la idea de hacer un recinto médico pequeño. Entonces la comunidad parroquial presentó un proyecto para España y Alemania, los que enviaron fondos para iniciar lo que es hoy una gran obra.
Los primeros años estuvieron cargados de mística, que maravillaba a cualquiera de toda la población que lo sintió como propio. Tal vez es una de las razones por la que hoy día al entrar ahí, los usuarios se encuentran con un recinto cálido, que dista mucho de otros servicios médicos.
En 1986, el gobierno italiano otorgó recursos desde la Oficina para la Cooperación de Desarrollo del Ministerio del Exterior de Italia y con un proyecto ideado con un enfoque de atención primaria de salud se trabajó para el manejo de salud integral.
Este financiamiento se prolongó hasta 1993. Luego el policlínico se cerró por un año. "Se desarticuló la red comunitaria al no estar el policlínico en funciones y el personal se insertó en la red pública", explicó el primer director, doctor Nolberto Vergara.
Asegura el facultativo que el Ministerio de Salud, nunca supo del trabajo comunitario ni de la sectorización "ni del modelo de desarrollo comunitario desde un enfoque de atención primaria en salud, ni de la farmacia social, del trabajo de huertos familiares, reciclaje de basura, todo por una acción comunitaria", recuerda Vergara. Así se fue avanzando, a fuerza de esperanza, de fe en Dios y de la comunidad parroquial. En 1991 el jefe del atención Primaria del Minsal, viajó a Puerto Montt, interesado por ver lo que había sido informado.
Es que las autoridades de Gobierno querían implementar en Chile el modelo de la atención familiar en la Atención Primaria. Entonces vieron muchos de los rasgos de lo tenía el policlínico de Mirasol y le propusieron hacer un convenio con la Iglesia, concretamente con los dos consultorios San Pablo y Techo Para todos, que nació poco después.
Han pasado los años implementando todo con mucho trabajo y siempre con el apoyo del Servicio Salud Reloncaví, a través de la cual perciben una subvención por contrato con el Ministerio de Salud.
La atención es sólo para inscritos en Fonasa o indigentes, y ha habido una relación excelente con el Servicio de Salud, los han apoyado mucho y han sido muy deferentes en todo el trabajo, a pesar que ello están permanentemente fiscalizando. Ha sido un trabajo en conjunto y han estado siempre muy deferente a aconsejar, ayudar, aportar a orientar, dice el personal.
La inversión de la construcción no ha sido fácil de terminar, porque se ha ido realizando por etapa. Hoy invitan a empresarios y comunidad a aportar para mejorar el equipamiento de la sala de rehabilitación y ejercicios.