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Descargos
En una nota periodística del domingo, he sido aludido en una supuesta opinión negativa hacia mi comportamiento funcionario por una concejala del Honorable Concejo Municipal de la Ilustre Municipalidad de Puerto Montt. Al ser mencionado mi nombre y cargo , me veo en la obligación de hacer mis descargos.
Este servidor es responsable de esta instalación a contar del 17 de mayo de 2011; período durante el cual han sido atendidas cientos de delegaciones , de las más diversas actividades, ninguna de las cuales, considerando que no es un lugar lujoso, se ha retirado con quejas o denuncias de malos tratos o malas atenciones. Muy por el contrario, está a la vista el libro de denuncias, sugerencias y felicitaciones ; y, a la fecha, ese libro consigna sólo felicitaciones de diferentes representantes, de delegaciones de distintos grupos nacionales y extranjeros.
En los hechos, la señora concejal, ingresó manifestando tener mandato del señor alcalde, para revisar el local, que sería ocupado entre el 25 y 28 del presente mes por el Orfeón de Carabineros de Chile; siendo recibida inmediatamente para dar cumplimiento a su compromiso.
Así, acompañada de la señora auxiliar de albergue deportivo, revisó toda la instalación, en compañía de otra persona, sacando fotos de las dependencias, interiorizándose de todo aquello que seguramente estimó necesario mejorar. Con el tiempo transcurrido a cargo de esta instalación, sumo 34 años de experiencia en la administración pública. Por lo tanto, el criterio, la prudencia y el respeto, son valores que se tienen presente siempre, cuando se interactúa con las personas, sin discriminar a nadie. En el caso, además, vía correo electrónico, solicité mejoras para dar la merecida atención al Orfeón de Carabineros. No está en mi formación emitir juicios de valor; por lo tanto, mal pude hacerlo acerca de una institución delante de una persona que dijo tener un mandato del señor alcalde. Concejala que personalmente no conozco, porque nunca he compartido nada con ella, pero que es representante del pueblo y que se merece todo mi respeto y alta consideración. Más aún, si se apersona con un mandato de mi empleador.
Las actividades profesionales de mis hijos y parientes son absolutamente ajenas a mi vida; no vivo en función de sus ocupaciones. Ellos están desempeñando cargos en forma autónoma y como personas independientes.
Debo decir que desde 1995, no tengo partidismo político, pero, que mis preferencias están con la centro izquierda. Así, he apoyado y apoyo al actual gobierno, como he apoyado y apoyo la gestión del actual alcalde de la comuna.Acá queda de manifiesto la indefensión que tenemos algunos servidores, cuando somos objeto de estas publicaciones.
Finalmente, espero entiendan que como toda persona, tenemos el derecho fundamental a que nuestra dignidad no sea mermada; menos aún, de forma gratuita y sin causa.
FRANCISCO JAVIER REYES OYARZÚN. Encargado Albergue Deportivo Pichi Pelluco.
¿Hospital amigo?
El Llanquihue informa de la alta calificación de los usuarios del quinto y sexto pisos con pacientes adultos del Hospital de Puerto Montt, en un proceso de evaluación de 65 establecimientos, quedando en el lugar 45. Un capítulo aparte corresponde a la Urgencia, donde faltan doctores para la inmensa población que cubre el establecimiento.
La alta valoración de los usuarios de los pisos señalados se justifica por el excelente nivel profesional médico, trato de todo el equipo de salud y auxiliares, además por la infraestructura equivalente a un país desarrollado. Sin embargo, no es óptima porque existe un detalle doloroso que se contradice con su eslogan de "Hospital Amigo". Se trata de la limitación de una sola visita por paciente, obviamente que en los horarios establecidos. Y es así que una madre que no tiene con quién dejar a un menor y debe visitar a su esposo, debe dejar solo a ese menor en unos juegos en un inmenso hall, donde no se observa quien los cuide. ¿Qué pasa si un día se llevan a un niño? O si es necesario que ese padre vea al/la menor, le dan un pase ¡para que acceda solo! por esa mole de múltiples ascensores y pasillos. Tampoco una madre mayor tiene la posibilidad de recibir a dos hijos que, por problemas de horarios de trabajo, la quieren visitar juntos.
En fin, parece una cárcel en cuanto a visitas en el Hospital, donde los guardias de seguridad con celo controlan a quienes están con los internos...perdón pacientes, ingresando incluso a las salas que son para tres camas, chequeando como agentes policiales quién visita a quién. Eso no es Hospital Amigo, es poca empatía.
No se trata tampoco que se disponga un acceso masivo de parientes o amigos, pero al menos dos personas por paciente resulta más humano, salvo obviamente de casos graves, donde todas las visitas están restringidas.
MIGUEL VEYL BETANZO.