Rodrigo Norambuena F.

Por fin, la espera para miles de fanáticos terminó. La séptima entrega de la saga la Guerra de las Galaxias, El Despertar de la Fuerza, se empezó a exhibir desde las 00.00 horas del jueves 17 de diciembre, en las salas de los cines comerciales del país y, como era de esperar, a decenas de personas no les importó trasnochar hasta pasadas 2 de la madrugada, con tal de ser de los primeros en disfrutar la película, que para muchos de sus seguidores es una religión.

El cine Hoyts de Puerto Montt no fue la excepción de la ansiedad de los fans de "la Fuerza", ya que desde la tarde del miércoles muchos jedi-maníacos hacían vigilia a la entrada del cine para la función de medianoche, que se encontraba hace tiempo agotada por la preventa. En una hábil jugada de la empresa cinematográfica, se habilitó otra sala a las 0.15 horas, la que, en un lapso corto de tiempo, se repletó.

Entre los fanáticos que esperaban el estreno con más ansia que el año nuevo, estaban los disfrazados de personajes de la saga, quienes se robaban las miradas de los asistentes luciendo sus atuendos de caballeros jedi, soldados imperiales, Darth Vader, Yoda e incluso del nuevo villano Kylo Ren.

Distintas generaciones, desde los niños a los abuelitos, no quisieron perderse los pormenores de este nuevo capítulo dirigido ahora por Jeffrey Jacob Abrams, que se atrevió a tomar la posta del genio de George Lukas, para continuar con una de las sagas más populares de la historia del cine.

Cuando al fin el público pudo entrar en la sala, los asistentes ya no daban más de la emoción, ya que al encenderse la pantalla grande y escuchar los primeros acordes "Star Wars Main Theme", los vítores y aplausos de los espectadores surgieron espontáneamente, con la misma fuerza de un gol de la selección.

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