Un respiro se pudo notar en los últimos tres días en Petrohué con la gestión vehícular, a pesar de ventas importantes que hubo hacia Peulla este fin de semana.

El jueves se notó el orden por la presencia de Carabineros, que tomó las precauciones ante la llegada de cuatro cruceros a Puerto Montt. El viernes hubo dos cruceros y ayer uno, pero fue el propio personal de la empresa Turistour que se preocupó de entregar información para evitar la congestión, ya que la gente tiende a estacionar donde encuentra un espacio, sin considerar los tacos que generan a la hora de embarque o desembarque de los 300 pasajeros del Catamarán, a los que se suman los turistas que hacen navegación corta en la bahía.

El atochamiento o congestión vehicular "es un grave problema hace años", recuerda Rudi Roth, propietario de Andina del Sud (Santiago), quien se encuentra en la zona para participar en eventos, entre otros de la inauguración de las pasarelas de los Saltos y el rally de cuatrimotos en Peulla.

El jueves fue un día crítico. En el tramo del puerto "todos los servicios del lago salieron atrasados, ya que los buses no podían llegar al puerto de despacho de las naves", dijo recordando lo que se ha venido diciendo hace mucho. El drama lo generan los vehículos que se estacionan en ambos costados de la ruta y ésta no tiene berma. "Los vehículos simplemente no pueden circular", dice Roth, quien explica que la solución es simple, porque en ambos costados de la vía al llegar a Petrohué, "hay señalética muy clara que prohíbe el estacionamiento; por tanto, faltan carabineros que hagan cumplir ésto". Advierte el empresario que ante una emergencia y se tenga que evacuar el lugar "habrá que lamentar los resultados, porque no pueden llegar o salir ambulancias o bomberos", dijo Roth, indicando que las empresas que operan en el sector han llevado el problema a las autoridades competentes sin resultados, aún cuando se trata de una ruta internacional.

Juan Cárcamo, gerente de la empresa turística Turistour, añade que la congestión se agudiza por las tardes e incluso involucra Ensenada hasta Puerto Varas. "Esto por desconocimiento del turistas, porque no hay informadores de Sernatur u oficina de Turismo Municipal, indicándoles que hay otra alternativa para llegar más rápido a Puerto Varas o Puerto Montt", subraya. Explica Cárcamo, que saliendo de Petrohué y ante tacos que pueden tardar hasta más de cuatro horas en llegar a Puerto Varas, bien podría haber una oficina de información turística, donde se les indique que el camino Cascada se encuentra en perfectas condiciones, pavimentada y sólo hay un pequeño tramo sin asfaltar. "Es una ruta más larga, pero reduce el tiempo para llegar a Puerto Varas en un 70%", contó el ejecutivo.

Quien ha reiterado con preocupación el tema, es el gerente de Lodge Petrohué, Franz Schirmer, quien asegura que la congestión no sólo es molesta para los conductores "sino también para los turistas que, motivados, viajan desde todo el mundo a visitar nuestro parque nacional, el más antiguo del país y también reserva de la biósfera. La sorpresa es obvia, la desilusión atroz y la rabia justificada, por viajar desde tan lejos para ver un total caos", enfatiza. Llama la atención del empresario que la Armada no cuente con personal suficiente para proteger las playas "o que Carabineros tenga que moverse de un lado a otro tratando de atender sólo lo más urgente y cuando regresan al lugar ya es demasiado tarde".

Sería útil la ayuda de la Municipalidad, según Schirmer, que recuerda que desde hace mucho tiempo se ha comprometido a abordar este problema que lleva años sin solución. "Si sólo los conductores, turistas y residentes respetaran las señales del tránsito, el problema estaría solucionado", dice Schirmer.

Ante las consecutivas y fuertes caídas de las bolsas mundiales, JP Morgan Chase afirmó que la gente se equivoca al vender acciones por miedo a una recesión en Estados Unidos. Tal es la lógica cíclica que surgió que el índice Standard Poor's 500 extiende su pérdida anual a 11% y la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, subraya la posibilidad de que la volatilidad en los mercados financieros realmente pese sobre la economía del país norteamericano. Primero, los inversionistas tuvieron que lidiar con un surtido de problemas desde los precios del petróleo por el suelo y el fortalecimiento del dólar, hasta la contracción de las ganancias corporativas. Ahora, deben luchar contra la noción de que su propia reacción podría empeorar las cosas. David Kelly, estratega jefe global de JP Morgan Asset Management en Nueva York, tiene un consejo: calma. "Los mercados se están comportando de manera particularmente ilógica ahora mismo", dijo Kelly, quien trabaja en Nueva York. "No ha pasado nada en el flujo de información como para justificar este tipo de movimiento descendente en los precios de las acciones. La tendencia consiste, en gran parte, en gente que se hace a un lado porque oye decir que hay una recesión, ve que el mercado cae y piensa que el mercado ve algo que ella no. Hay un efecto de retroalimentación negativa", explicó.

El testimonio de Yellen ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Diputados de Estados Unidos el miércoles abordó la posibilidad de que los mercados pudiesen aportar a una contracción en vez de sólo señalar una. Si bien admitió que el crecimiento de la volatilidad podría reflejar "temores a un riesgo de recesión", sus comentarios preparados mostraron que las oscilaciones en acciones y la moneda podrían "pesar" por sí mismas "sobre la perspectiva para la actividad económica y el mercado laboral", en particular si duran dijo Kelly de JPMorgan.