Lancheros de isla Maillen piden un nuevo embarcadero en Angelmó
PROBLEMAS. Actividad comercial es la única forma de vida de los habitantes de esta zona.
La inseguridad se ha transformado en una constante para quienes se trasladan al embarcadero de Angelmó para adquirir carne y los diferentes productos que son traídos desde la Isla Maillen y alrededores.
La zona presenta un avanzado deterioro, y ni siquiera existe una baranda de seguridad para quienes bajan y suben desde las lanchas atracadas una al lado de otra.
La actividad comercial del día sábado en el mercado Angelmó es ancestral, y la cantidad de público ha ido en incremento, lo que se nota principalmente en el verano.
El embarcadero está en mal estado, incluso los lancheros y clientes tienen problemas cada vez que se produce una baja o alza de marea.
Pese a ello el movimiento no se detiene, y no queda otra, puesto que es uno de los principales ingresos de los isleños.
Estructura
Miriam Hernández vive en Puerto Montt, pero su familia es de la Isla Huar en la comuna de Calbuco.
"Se necesita algo cómodo para toda la gente, es peligro bajar y subir por este lugar, pero este problema no sólo es acá, sino que también en el muelle de las papas, donde resulta muy complicado caminar o acceder a las lanchas. La estructura está en mal estado", aseveró.
Para la clienta de Angelmó, la carga que se moviliza en el embarcadero es algo constante.
"Las embarazadas y los adultos mayores se ven muy complicados, porque cuando la marea está muy baja hay que empezar a poner tablas para ir de una lancha a otra", recalcó.
Ximena llegó a la lanchas a comprar pescado y carne de cordero. "Cuando hay mucha gente aquí surgen los problemas y es muy difícil caminar por este estrecho lugar", acentuó. El embarcadero para acceder a las lanchas tiene una altura aproximada a los 10 metros, y sólo en tres metros mantiene una baranda; el resto sin medidas de seguridad.
"Sería bueno mejorar esto para evitar accidentes, aquí ya han habido personas que han caído al agua", añadió Marcelo Quintul comerciante de la Isla Maillen.
José Uribe también de Maillen estaba vendiendo carne el fin de semana, pero además se dedica a la comercialización de papas, entre otros productos.
"Llevo 30 años en esto. Primero fueron mis abuelos, después mis padres y ahora yo. Esto ha ido creciendo todos los años, y sería bueno que las autoridades hagan otro muelle, este es muy estrecho y peligroso", comentó.
El sábado la marea subió en forma significativa, y quienes estaban en las primeras lanchas debieron realizar varias maniobras para evitar caídas en el mar.
"Este muelle se quedó chico, pero las autoridades nos han dicho que están esperando la reforma de Angelmó para arreglar este lugar. Acá se necesita un muelle flotante", aseveró José Reyes presidente de la junta de vecinos de Isla Maillen.