Este es, indudablemente, el gran momento de Monte Verde, para que se imprima el impulso definitivo, tanto tiempo esperado, a la construcción del Museo y habilitación -en el sitio mismo del hallazgo- del complejo que recreará la forma de subsistencia de los primeros seres humanos de América que habitaron aquí a treinta 30 de la ciudad de Puerto Montt.
Providencialmente, en pocos días, se ha concentrado -ahora- todo lo bueno y favorable para que, decididamente, se pongan manos a la obra en ese tan anhelado y largamente esperado proyecto patrimonial de repercusiones internacionales. Un logro inigualable, que nos pone a la cabeza en las investigaciones de la prehistoria y orígenes del ser humano americano. Y a la vista del mundo.
Sin embargo, este súbito fogoso entusiasmo, si no es adecuadamente canalizado, controlado ni se coordinan las capacidades y fuerzas, podría resultar perjudicial para la concreción de esos soñados objetivos. De partida, se aprecian las intervenciones de dos interesados en desarrollar el sitio arqueológico en Monte Verde: el ex senador Carlos Ignacio Kuschel, dueño del predio principal, quien ya ha avanzado en el emplazamiento de un Parque Temático alusivo al descubrimiento, y la empresa española "Sierra Activa", cuyos expertos han comenzado a levantar en el lugar, previa compra de cuatro hectáreas, un Parque de la Prehistoria que revivirá aquellos primeros esbozos de civilización en estos confines americanos.
Esto, por muy bien intencionado que sea, a no dudarlo, no hace más que confundir a la comunidad, a los visitantes que desean conocer, a ciencia cierta, sus primigenios antepasados. Parece altamente recomendable que estos representantes del sector privado que desean dar vida al sitio de Monte Verde, se reúnan, dialoguen, coordinen y asocien fuerzas e iniciativas, se pongan de acuerdo -y ojalá también de la mano del área pública y bajo la sabia mirada del artífice del hallazgo Tom Dillehay- y hagan realidad el cabal desarrollo de un Monte Verde digno de conquistar el alto rango de Patrimonio de la Humanidad. Y, así, contribuir de modo importante al conocimiento de los orígenes del ser humano en nuestro planeta.