El turismo de cruceros en Puerto Montt experimentó una temporada más, con positivos resultados, confirmando su calidad de importante palanca de desarrollo económico regional, que se consolida como una sólida alternativa frente a otros pilares de trabajo y de progreso, entre ellos el salmonícola, pesquero y agropecuario.
A este auspicioso logro y pronóstico en torno a la recalada en la cuenca del Reloncaví de los mega transatlánticos internacionales, como también de los yates especiales, se añadió la grata nueva que anuncia también la llegada en venideras temporadas, -a nuestro puerto-, de la gran nave turística "Armonía", procedente de La Habana, Cuba, cuya compañía han marcado preferencia por Puerto Montt en Chile en un viaje directo a la capital de la Región de Los Lagos.
Lo verdaderamente relevante de este privilegio, en que se escoge a Puerto Montt como único destino en costas nacionales, son los argumentos esgrimidos para adoptar esa decisión: "Es una ciudad donde encontrará una atmósfera característica de Europa del Norte, con sus casas de madera y sus pequeños botes de pesca construidos en el estilo germánico. Puerto Montt es el punto de salida de excursiones hacia los lagos de la región y las cumbres volcánicas nevadas".
Apreciaciones como ésta, surgidas de expertos en turismo global, la verdad es que no pueden más que enorgullecer de lo que significa nuestro terruño para el forastero. Comparan a Puerto Montt con históricas ciudades europeas, haciendo resaltar las casas de madera y sus embarcaciones de estilo germánico, además de destacar su estratégica situación geográfica, como polo distribuidor de excursiones rumbo a los maravillosos lagos de la región y sus volcanes.
¿Qué significa esto? Que la senda turística trazada por nuestra ciudad como acceso a su desarrollo, está bien aspectada y encauzada. Lo que equivale a vigorizar esa vocación con importantes inversiones, especialmente en conectividad, modernización del terminal de cruceros, fortalecimiento de su capacidad hotelera y de servicios. Y, de manera muy preferente también, potenciar y afianzar todo aquello relacionado con sus recursos patrimoniales, de historia, costumbres y tradiciones.