Ministro Céspedes no logra apagar grave crisis social de la Marea Roja
MOVILIZACIÓN SIGUE. Negativa a aumentar el bono de 100 mil pesos radicaliza protestas de los pescadores artesanales, que mantienen tomadas varias rutas de la provincia.
La llegada del ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, a la Región de Los Lagos, no logró desactivar la compleja crisis de la Marea Roja.
La estrategia del Gobierno, de sacar el conflicto desde el Ejecutivo para reducirlo a la cartera de Economía, no funcionó por el escaso margen de acción que mostró el secretario de Estado frente a la movilización de los pescadores artesanales. Finalmente, el esperado incremento del bono no se produjo (ver página 6), lo que dejó a los hombres de mar literalmente en llamas.
Y lo de "en llamas" no es una metáfora. Por tercer día consecutivo, cientos de neumáticos fueron quemados de manera permanente para bloquear el tránsito en al menos cinco puntos de la Provincia de Llanquihue, dos en la comuna de Maullín, otros dos en Calbuco y uno en Los Muermos.
Pescadores mantienen bloqueada la Ruta 5 Sur en el enlace a Maullín, impidiendo el flujo de vehículos hacia la ciudad del río y hacia Pargua, punto que conecta por vía marítima al continente con la isla grande de Chiloé en que no se puede realizar por falta de servicio de transbordadores.
"Acá en un sólo día hemos quemado como 400 neumáticos, los traemos en camioneta. También volteamos unos árboles para las barricadas, porque trajimos una motosierra", contó Patricio Schwarzenberg, uno de los manifestantes que se ubicaba al lado de una columna de un intenso humo negro que se veía a kilómetros de distancia.
La imagen de la Ruta del Canal se repetía también en el cruce que conecta a Maullín con Olmopulli y Las Quemas, donde los neumáticos eran el principal combustible de la fogata, que incluso aumentó su volumen en la tarde, luego de que los encuentros con el ministro Céspedes no lograran destrabar el conflicto.
"Vamos a extremar la movilización, y no vamos a dejar pasar a nadie por acá. Llegamos a esto porque no hay flexibilidad de parte del Gobierno para aumentar el mísero bono de 100 lucas que nos ofrecen", dijo Carlos Navarro, quien permanecía en la barricada, entregando un discurso que comenzó a replicarse en otros puntos.
Combustible bloqueado
En Calbuco, el primer bloqueo se emplazaba en el sector de El Yale, en la vía que conecta la Ruta 5 con la ciudad de las Aguas Azules. El segundo, más estratégico, mantenía cortado el acceso al Puerto San José, donde se ubica la planta Pureo de Copec, que abastece de combustibles a la zona. Allí la barricada tenía ni más ni menos que un automóvil envuelto en llamas.
"Aquí no pasa ningún camión, y por lo tanto no sale bencina ni petróleo para ninguna parte", dijo Luis Guerrero, quien pertenece al sindicato de pescadores de cerco de sardinas, pez que también está afectado por la Marea Roja.
Respecto al auto que coronaba la fogata, precisó que "era un Lada que estaba abandonado en un taller para la protesta, porque acá la comunidad apoya el movimiento", aseguró.
Al cierre de esta edición, el balance de la Seremi de Transportes en cuanto a la situación de las rutas era la siguiente: Ruta 5, con suspensión de tránsito en ambos sentidos en los enlaces Maullín (Km. 1.067) y Chayahué (Km. 1.074). Ruta V-85 hacia Calbuco, con tránsito interrumpido para camiones en El Yale (Km.7). Ruta V-610 de Los Muermos hacia la costa, interrumpida en cruce Cuatro Vientos, tránsito suspendido a Estaquilla y Quenuir. También están cortadas las rutas V-86, hacia Maullín en el cruce Olmopulli, y la V-895 hacia Colaco. A ello se suma la toma de las rampas de La Pasada, Quenuir y Chacao, que impiden la conectividad marítima.
Pero las tomas de las vías además tienen un complejo sistema logístico, que se basa en la buena voluntad y la cooperación de las comunidades.
En Maullín, el municipio entrega café y sandwichs a los manifestantes durante las mañanas, y gestionó la instalación de un baño químico para el uso de las mujeres, además de otros elementos para cocinar y facilitar la estadía en la barrera.
Además, con el aporte de comerciantes, estudiantes y los vecinos, se han realizado ollas comunes en varios puntos con menús como tallarines, consomé, longanizas y pollo al jugo.
"Este problema tiene un efecto directo en los pescadores artesanales, pero indirecto en múltiples actividades como los servicios y el comercio, por lo que aquí hay una cadena que mueve a Maullín, Quenuir y Carelmapu. Por eso, los comerciantes y la comunidad nos apoyan con aportes para mantener la movilización, que es un verdadero estallido social. Nadie quiere que su pueblo muera", dijo a El Llanquihue, Custodio Serón, vocero de la Federación de Pescadores de Maullín.
Precisamente, en horas de la tarde, Ronald Álvarez, comerciante maullinense que también se dedica a la venta de productos del mar, fue el que aportó el almuerzo para la barricada de Olmopulli, el que consistió en tallarines y longanizas, y que fue preparado en el lugar por Lorena Álvarez.
"Nosotros vivimos de los pescadores, si ellos no tienen productos y no tienen ingresos, los comerciantes no vendemos. Todos necesitamos del mar, y el bono que ofrecen es una burla", dijo la improvisada cocinera en terreno.
Efectos urbanos
Pero el bloqueo de tres días no sólo causaba efectos en las carreteras, sino que también en el sector urbano de Maullín. Según indicó el bombero de la única estación de servicio de la ciudad del río, Patricio Toledo, indicó que ya no estaban expendiendo petróleo.
"De diésel sólo queda la reserva estratégica que no se vende, porque está destinada a los vehículos de emergencia. En el caso de la bencina, se cargan 5 mil pesos por vehículo", indicó el trabajador de Copec. Esta situación también podría presentarse en Puerto Montt durante los próximos días.
Pero en el sector alto de Maullín, el panorama era aún más complejo. En la población Ten Tén, donde residen cerca de 500 familias (el 90% de ellas ligada a alguna actividad relacionada con la pesca artesanal) las calles estaban prácticamente desiertas.
"Acá la mayoría de la gente es recolectora de orilla, también hay algunos que son buzos y otros que trabajan desconchando piures principalmente; por eso casi no se ve gente en la calle, porque la mayoría anda en las tomas de caminos. Están en los cruces exigiendo una respuesta", indicó Manuel Palma, quien estaba en su casa, porque en la madrugada había estado presente en el bloqueo de la Ruta 5.
El buzo con tres décadas de experiencia indicó que en Maullín nunca antes se había presentado el fenómeno de la Marea Roja, por lo que su efecto en la economía de las familias es fuerte. "Aquí hay muchas familias que están sin ningún ingreso, y el bono ofrecido por el gobierno ni siquiera cubre el 25% de nuestras necesidades básicas", aclaró.
Precisamente, en la población Ten Tén se observaban banderas negras y un lienzo del mismo color con la leyenda "zona de catástrofe".
Un buen termómetro de la gravedad de la situación es el almacén de abarrotes de Silvia Almonacid. "Mi marido es pescador y yo atiendo este local que es chiquitito. Hemos sentido el efecto de esta crisis, porque la gente de acá de Ten Tén vive del mar y trabajan en los piures, choritos y locos. En promedio, estoy vendiendo entre 15 mil y 10 mil pesos diarios, lo que es malísimo", relató.
Silvia, incluso, es afectada por partida doble, porque la protesta también impide la llegada de varios productos hasta su local. "Ya no queda pollo, productos lácteos, huevos y fruta. Bebidas quedan pocas", dijo, mostrando los estantes semi vacíos de su negocio.
El petitorio de los pescadores artesanales
1. La entrega inmediata de un bono mensual de $400 mil.
2. Rápida implementación de planes de absorción laboral.
3. Aumento del control ambiental de la industria salmonera.
4. Becas para quienes estudian en la educación superior.