Un cuestionamiento a la forma en la que el Ejecutivo ha manejado en conflicto con los pescadores artesanales, realizaron los ex intendentes Jaime Bertín (DC), Juan Sebastián Montes (Evopoli) y Jaime Brahm (RN).
Bertín, quien fue el primer intendente en el gobierno anterior de la Presidenta Michelle Bachelet, cree que el Ejecutivo no fue "muy diligente" en la actitud que tomó al comienzo del conflicto.
En tal sentido, el alcalde de Osorno cree que no se evaluó lo que significaba para la gente de Chiloé, dado que no se entregaron las respuestas más adecuadas para buscar una solución inmediata al problema.
Bertín, quien debió hacer frente al problema generado en Chiloé luego que el ex ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán, anunciara que el puente sobre el Canal de Chacao no se construía, señala que frente a estas situaciones como la que se vive hoy día recordó que se tiene que considerar que un 60% de la flota pesquera artesanal es de esta zona sur.
Por lo tanto, subraya que se trata de un sector que no debe ser ignorado o dejado en espera, sino que debe tener una preocupación especial.
Más aún -recalca- que la gente de Puerto Montt hacia el sur tiene vocación acuícola.
-¿Ustedes debieron actuar con prontitud para que no se les produjera un incendio mayor?
-Cuando se está en un cargo público, uno tiene que tomar decisiones oportunas. No puedes dejar para mañana la decisión. Tienes que tomarla y asumir la responsabilidad.
Recuerdo que el ministro (Bitrán) se apresuró en dar el resultado, pues se debió conversar un poco más; pero se tomaron determinaciones inmediatas con el Plan Chiloé que implementamos con fuerza y con una cantidad impresionante de fondos.
-¿Ahora no se actuó de manera oportuna?
-Parece que no se tomó en cuenta la real magnitud del problema, que es algo muy grave y que afecta directamente a las personas. Y por ello debió existir una respuesta mucho más eficiente, más generosa, que abarcara todas las posibilidades que permitiesen destrabar el conflicto antes que prendiera por otros lados, porque lo peor es que fue prendiendo en otros sectores.
Juan Sebastián Montes fue el primer intendente del gobierno de Sebastián Piñera. Es crítico de lo que ocurre en la actualidad y califica de "pobre" el rol que ha tenido desde un comienzo el Gobierno Regional.
Opina que el problema es más profundo de lo que se está viendo en Santiago.
Respuesta lenta
Del manejo del conflicto, acusa que La Moneda ha sido de respuesta lenta, lo que se refleja en que los ministros "no han mostrado coordinación y la Presidenta -con su viaje a Suecia sin ni siquiera referirse al conflicto o entregar indicaciones precisas para su solución- enviaron una pésima señal al país".
Plantea que para Santiago se trata de un conflicto en una región remota. "Están jugando al desgaste y que la población sienta los efectos del paro, pero esto puede durar meses y en cualquier momento agravarse, con lamentables efectos", dijo.
Para Montes, el problema puede durar mucho y radicalizarse, lo cual no es honestamente bueno para nadie; pero la "estrategia del Gobierno de hacerse el sordo, jugar con los bonos y apostar al desgaste es muy peligrosa, porque no apunta al problema de fondo".
El problema de fondo -alega- es que la sustentabilidad de la pesca y de toda la gente que vive de ella no está garantizada.
Por ello, acusa que se exige el pago de patentes por actividades que la gente no puede pagar y no tiene ni siquiera sentido económico para el Estado recolectar.
Montes es contrario al centralismo y de darle una mayor autonomía presupuestaria a las regiones para hacer frente a estos temas.
Coincidente al diagnóstico de Bertín y de Montes, es el de Jaime Brahm, quien también tiene una visión bastante crítica de la forma en la que operaron a nivel regional frente esta conflicto.
Para el segundo intendente en el gobierno de Sebastián Piñera, es algo fundamental que el Gobierno Regional pueda manejar esta información que le permita poder tomar las decisiones que impidan que el conflicto escale.
Es -a su juicio- el jefe regional quien debe tener la capacidad de conseguir la información necesaria, de manera de poder solucionar el problema a nivel local o escalarlo hacia el nivel central, que es donde -finalmente- se toman las grandes determinaciones.
-¿Se escapó de las manos este conflicto?
-Yo creo que sí, porque llevamos más de dos semanas y creo que el Gobierno se equivocó en negociar de manera independiente con cada uno de los sindicatos o agrupaciones de pescadores o recolectores de orilla, porque las peticiones son distintas. Creo que aquí era necesario juntarlos a todos, reunirse con las autoridades y el ministro para confeccionar un petitorio que sea solucionado, porque de lo contrario no llegarán a un puerto tan rápido, porque no necesariamente los dirigentes representan el sentir de las bases.
-¿Hay responsables de esta situación?
-Hay responsabilidades claras, como de los respectivos gobernadores, asesores del intendente y del propio intendente que no tuvo la visión de poder dirigir a sus subordinados.
Brahm vivió un conflicto con Chiloé, que también implicó la intervención del poder central. Pero -según explica- la diferencia es que "fue a proposición nuestra. Creíamos que debía venir un ministro para solucionar un tema puntual en Quellón, porque nosotros teníamos la información y a base de eso se presentó la solución cuando llegamos a esta comuna".