Agente Insulza abrió espacio al diálogo con Bolivia "cuando desista lo que está haciendo"
ESCENARIO. Afirmó que los ataques de La Paz "empeoran" las relaciones.
Chile volverá a conversar con Bolivia por el río Silala "cuando se retome la agenda de los 13 puntos y desista lo que está haciendo actualmente", dijo ayer el agente ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) por la demanda marítima boliviana, José Miguel Insulza.
Las constantes declaraciones de las autoridades bolivianas contra Chile "empeoran las relaciones entre ambos países", comentó Insulza en una entrevista con radio Biobío.
Según el ex secretario general de la OEA, esa actitud boliviana lo que logra "es echar a perder nuestras relaciones. Independiente de que no tengamos relaciones diplomáticas con Bolivia nuestras relaciones eran razonablemente buenas".
Según el ex ministro, "lo que pasa es que el clima entre los países, la idea de que hay que buscar una solución, se ha perdido mucho, y se ha perdido por el desagrado, es el clima lo que se echa a perder más que la posición frente a la Corte (Internacional de La Haya)".
Asimismo, expresó que la Presidenta Michelle Bachelet no se refiere constantemente a los temas con Bolivia porque "no es bueno", y aseguró que el Presidente Evo Morales, "lo toma de manera personal".
"La Presidenta Bachelet no habla a cada rato de esto porque no es bueno, no es bueno que se convierta en una pelea entre altos dignatarios", recalcó el también ex canciller del Gobierno del ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
"Lo de la base (militar) fue completamente innecesario, fue inútil, como los Consejos, Comisiones que crean, es para exacerbar los ánimos, consiguen lo contrario a lo que buscan, consiguen alejar más a Chile, consiguen lo contrario de lo que sería aconsejable. Somos vecinos y ellos lo echan a perder", manifestó el agente.
La última polémica entre La Paz y Santiago se originó en la falsa afirmación de Morales de la existencia de una supuesta base militar chilena en la frontera cercana al Silala. La Moneda rechazó el emplazamiento y pidió explicaciones a Bolivia por una base ubicada a 1,5 kilómetro de la frontera.