El pasado viernes 7 octubre, 137 familias vulnerables de Puerto Octay, recibieron de manos de la ministra Paulina Saball, sus subsidios que le permitirán cumplir el tan añorado sueño de la casa propia.

En aquella emotiva ceremonia, la Directiva me entregó un hermoso reconocimiento por todo el apoyo brindado al Comité el Progreso de Puerto Octay, desde su creación. Distinción que recibo con humildad, pero con un enorme orgullo.

Desde que asumí como parlamentario en marzo de 2002, hemos llegado a la suma de 5.500 familias que hemos apoyado para la obtención de sus casas propias en las 9 comunas del distrito que represento. Una cifra que contempla gestiones y apoyo reales para el éxito final de la anhelada "vivienda sin deuda".

No hay comité en su objetivo final que no deba sortear un sin número de obstáculos, en donde el rol de sus dirigentes y el trabajo en conjunto con sus autoridades, se transforman en pilares fundamentales que permiten alcanzar el premio a ese esfuerzo.

Ahí siempre hemos estado apoyando a la familia; cumpliendo nuestro deber y jamás sólo llegando a la ceremonia a entregar los certificados para la fotografía de rigor.

En menos de 2 meses, una vez que fuera aprobada la ley de presupuesto 2017, otras 500 familias de Fresia y Frutillar, que igualmente hemos respaldado con fuerza, recibirán sus subsidios: me refiero a los comité Mi Tierra 3, Los Laureles, Los Laureles 2, Casma de Frutillar y Villa Los Lagos de Fresia. Actualmente, otras 500 familias construyen sus viviendas en Puerto Varas, gracias al importante apoyo que le otorgamos para la compra de sus terrenos.

Así, seguiremos trabajando siempre por nuestra gente. Esa incansable forma de trabajar por los demás es la que molesta a nuestros detractores, quienes creen que mejoran el mundo y la sociedad detrás de un computador atacando por las redes sociales.

¡Qué bien por nuestro trabajo en equipo! ¡Qué pena por ellos!

Fidel Espinoza Sandoval. Diputado de la República. Región de Los Lagos.

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Los compromisos pendientes llegan a más de $6 mil millones, según documento logrado a través de la Ley de Transparencia. Las autoridades atribuyen incremento al mayor tamaño del nuevo edificio y al aumento de atenciones de salud. Fonasa entregó remesas para enfrentar la situación, pero los funcionarios acusan recortes.

La Cruz de Tenglo, además de su simbolismo espiritual, está adquiriendo una importante dimensión turística, por la indudable atracción que ejerce sobre los residentes y forasteros, como quedó de manifiesto con las más de 5 mil visitas que ha recibido el santuario enclavado en la parte superior de la puntilla insular, desde que se concretó su reposición. Personas de toda edad motivadas por la inquietud de conocer de cerca el nuevo ícono religioso-cultural de Puerto Montt, y que reemplazó a la deteriorada antigua cruz, seriamente dañada por la acción del tiempo y de los antisociales que destruyeron su equipamiento luminoso.

Era de preverse esta reacción pública. Sobre todo, porque permanentemente los turistas, que siempre vuelven a este puerto, extrañaban el luminoso resplandor de la cruz por las noches, que significaba para ellos una especial inyección de fe, paz y optimismo. Lo que ahora revivió, con mayor belleza, brillo y prestancia, en medio de la complacencia y dicha de quienes la añoraban, como de aquellos que buscan en la isla y en ese monumento espacios y momentos de tranquilidad y de armonía con la naturaleza y consigo mismos. Lejos de la rutina cotidiana.

Cumplida la etapa de instalación de este patrimonio puertomontino, es imperioso completar esta gran obra con el ornato e implementación de seguridad planificados. Algo que los visitantes hicieron ver -entrevistados por El Llanquihue-, como la necesidad de perfeccionar las rutas de acceso; instalar barandas o rejas (para evitar accidentes de los niños); habilitar bancas de descanso; abrir las puertas del santuario para que el público creyente pueda orar algunos instantes; la existencia de vigilancia y guía para información del público, especialmente acerca del sistema de iluminación nocturna de la gran cruz, así como también aportar antecedentes sobre la isla misma. Sin olvidar el prometido proyecto de las estaciones del Vía Crucis en la ruta hacia la cruz. Todo lo cual significará un conjunto muy hermoso y especial para Tenglo. Una isla que -por fin- sale del olvido y comienza a adquirir la importancia que tiene para el presente y porvenir de Puerto Montt, particularmente a través de la industria del turismo.