Carolina Collins
Es conocido como el mejor peso ligero de todos los tiempos, y sobre todo, como una de las grandes leyendas del boxeo latinoamericano. Por eso, la historia del pugilista panameño Roberto "Manos de Piedra" Durán fue escrita para el cine por el venezolano Jonathan Jakubowicz, quien también dirigió la película que se estrenará en Chile el próximo 24 de noviembre.
"Manos de piedra" es el título del drama en el que el actor venezolano Edgar Ramírez ("Joy: El nombre del éxito", "La chica del tren") da vida a un joven Durán, que en el peak de su carrera comienza a ser entrenado por el mítico preparador de boxeo, Ray Arcel, interpretado por Robert de Niro, que a los 73 años vuelve al género que le valió un Oscar en 1980 por "Toro salvaje", de Martin Scorsese.
La pelea de su vida
La cinta se centra en el momento más recordado de la carrera del panameño, cuando tras lograr quedarse con el título peso wélter del Consejo Mundial de Boxeo, al vencer a la leyenda, Sugar Ray Leonard, impactó al mundo al perderlo frente al mismo Leonard al abandonar la pelea en el séptimo round con la frase: "No más".
Un momento de su vida del que Durán toma distancia cuando lo revisa 36 años después. "La gente entendió que ese no era Roberto Durán. Ahora el pueblo panameño me quiere el doble de lo que me quería antes", comenta el ex boxeador, ahora de 65 años.
El panameño estuvo directamente involucrado en la película que cuenta su historia y que de alguna manera lo redime por ese momento que marcó su trayectoria. Porque contar con una cinta producida por Hollywood y con Robert De Niro en su elenco sin duda pone a Durán en un sitial que ostentan unos pocos.
Y él lo sabe. "Me siento bien contento porque, siendo latino, y hacerle una película a un latino es difícil cuando ellos tienen miles y miles de actores en Estados Unidos. Que le hagan una película a Roberto Durán, siendo el primer latino en el mundo al que se le hace una película de su vida, hay que darle gracias a Dios", comenta el pugilista.
Cuenta que conoció a Ramírez, que lo interpreta en la pantalla, sólo cuando ya había sido escogido para el papel. Y tuvo algo que decirle.
"Me lo presentaron para la película y le dije: 'Tienes que aprender a bailar'; el tipo bailó. Le dije: 'Bailas bien. Ahora tienes que cantar', cantó, cantó bien. Y ya no tuve nada que enseñarle. 'Sabes bailar, sabes cantar, entonces estamos bien", relata.
Una vida difícil
La película también retrata los obstáculos que tuvo que derribar Durán en su país. Nacido en Guararé en 1951, tuvo que enfrentar la pobreza desde su infancia y recuerda que tenía que cruzar a la Zona del Canal de Panamá, una colonia de Estados Unidos en el país, para tener qué comer.
"Era una época muy dura porque nos moríamos de hambre todos nosotros. Teníamos que ir a robar mangos a la zona ¿qué más podía hacer uno? Los mangos estaban en la zona y teníamos que ir para allá porque en Panamá no había mangos. Teníamos que entretener al guardia en el límite y teníamos que cruzar con mucho cuidado; uno tenía que entretener al guardia que estaba en la caseta mientras otro se iba a cortar los alambres para meternos y subir a coger los mangos", recuerda.
El panameño comenzó en el boxeo como un aficionado e hizo su debut como profesional en 1967, con sólo 16 años.
Pero antes hizo casi de todo por sobrevivir. "Tenía que vender periódicos, limpiar zapatos… robaba mangos para poder comer. Tenía que pararme a las 5 de la mañana para vender periódico", recuerda sobre esos primeros años.
Y la vida no se la puso fácil. "Mi hermano murió… fue una vida dura", cuenta
"Yo creo que la pobreza fue la que me hizo ser boxeador. Prácticamente yo no iba a ser boxeador, yo quería ser luchador, porque veía muchas luchas en el teatro Panamá", revela y asegura que de haber sido luchador "hubiera sido técnico".