Reflexiones
Señor director, una serie de reflexiones sobre el paro de los funcionarios públicos:
1.- Algo básico, pero que a estas alturas parece que se ha olvidado: en Chile no existe la negociación colectiva y el derecho a huelga para los funcionarios públicos (art. 19, Nº 16 de la constitución: "No podrán declararse en huelga los funcionarios del Estado ni de las municipalidades."), por lo que el paralizar actividades es un acto inconstitucional, no solo por eso, sino porque ninguna autoridad se puede otorgar atribuciones por sobre lo que la Constitución y las leyes permiten. Además, es ilegal, porque lo mismo que indica la Constitución se repite en el artículo 84 del Estatuto Administrativo.
Y sin embargo, los primeros llamados a respetar la Constitución, precisamente los funcionarios públicos, que deben dar ejemplo en el respeto al Estado de Derecho, lo olvidan. Si no les parece justa la imposibilidad de negociar colectivamente, deben usar las herramientas legales para intentar cambiar la legislación. Deberán, por ejemplo, instar por elegir parlamentarios que apoyen esa modificación constitucional.
2.- La situación económica del país está, objetivamente, difícil, con un precio del cobre en valor ínfimos. Este metal es lo que permite generar los recursos fiscales. Así las cosas, si un gobierno de centro izquierda, que se supone tiene más sensibilidad social que uno de centro-derecha, llega a la convicción que no puede hacer un esfuerzo financiero más, sin arriesgar una estabilidad macroeconómica (léase, evitar caer en situaciones como la de Venezuela), yo le creo. La seriedad financiera jamás debe perderse, salvo que uno quiera comulgar con las ruedas de carreta del populismo y de la demagogia, que mira a muy corto plazo, por intereses particulares, y no a largo plazo y por los intereses generales de la nación.
3.- Si le preguntan a un chileno de la calle si preferiría ser empleado particular o del Estado de Chile, aunque sea a contrata, el 90% dirá que sí. Tienen mayor estabilidad (incluso los a contrata), que los empleados del sector privado. Lo mismo cabe decir de sus ingresos económicos: dos personas que salen de la universidad serán tentadas, por los ingresos, a entrar al servicio público antes que a una inestable empresa privada.
4.- Así las cosas, ¿por qué el resto de los chilenos, que estamos en el sector privado, debemos pagarles un reajuste, con nuestros impuestos, cuando objetivamente el país no puede hacer un esfuerzo superior? ¿No es eso acentuar un desequilibrio con el sector de empleados particulares, más desamparados en todo sentido?
4.- Si hay algo bueno de un gobierno que se guía por las encuestas y que, por ende, ha tomado conocimiento que ya más bajo en ella no puede estar, es que a estas alturas no necesita ni le sirve ser populista. Debe "resignarse" a gobernar pensando a largo plazo y no en la encuesta del próximo mes.
Ya se ha liberado de esa necesidad de reafirmación de los "Me Gusta" y, por ende, puede gobernar con decisiones técnicas y no para contentar la masa. Y suerte que es lo que ha hecho Bachelet.
Bien!
MARIO AGUILA INOSTROZA
Inversión
El gobierno de Chile ha comprado doce vehículos que soportan una ametralladora de 12 mm para traer "paz" en el conflicto con el pueblo mapuche, donde los blindados serán repartidos en distintos sectores de la Araucanía.
4,5 millones de dólares, 3.200 millones de pesos chilenos, han sido gastados en la adquisición de estos vehículos de última generación con el fin de militarizar aún más las tierras mapuches. ¿Por qué el Gobierno de nuestro país no invierte esta gran suma de dinero en mejorar la calidad de vida de estas personas y no en métodos represivos?
Por ejemplo este valor, supera al monto estimado para la construcción del hospital de la localidad de Lonquimay, provincia de Malleco, convirtiéndose esto en una burla para quienes todavía esperan esta instalación. Tampoco se ha invertido en la compra de aviones lanza agua para controlar la cantidad de incendios que se viven en estos días, teniendo a cuerpos de bomberos trabajando para controlar las inmensas llamas.
La compra de monstruosas maquinas represivas no son el trato de dialogo que se le prometió a los mapuches, donde los focos parecen estar puestos en proteger a los grandes empresarios que quieren apropiarse del lugar, más que en llegar a un acuerdo con el pueblo originario, llegando al punto de gastar grandes sumas de dinero con la excusa de "pacificar".
CATALINA MALDONADO SEEMANN