En Chonchi cayeron imágenes religiosas y cura pensó que templo se derrumbaba
CHILOÉ. Sacerdote cuenta detalles de lo vivido durante la misa que fue sorprendida por el terremoto.
El recuerdo de lo ocurrido para el terremoto de 1960, se apoderó la mañana del domingo de los asistentes a la misa en la Parroquia de Chonchi. "Unos salieron y otros (los más mayores) querían que la misa continuara. El templo se movía y algunas imágenes comenzaban a caer", relata Luis Mora Guerrero, cura párroco de Chonchi.
En total, fueron cuatro las imágenes que cayeron, de las cuales tres se rompieron producto del terremoto 7,6 (magnitud Richter) que sacudió el sur de la región.
Habían transcurrido 23 minutos de iniciada la misa. "Habíamos terminado la lectura del evangelio, cuando comenzó a temblar. Fue muy fuerte", recuerda. Tan grande fue el movimiento, que la primera reflexión de Mora fue que el "templo se iba a derrumbar".
Pudo ser peor, dado que las 60 personas que acudieron a esta misa, fue un número menor al que llega durante la noche del 24 de diciembre, que es cuando se repleta.
Lo complicado del domingo es que la mayoría de quienes acudían eran adultos mayores y algunos enfermos, quienes al no poder asistir de noche lo hacen de día.
Entonces, todo eso hizo que no fueran muchas las personas y, por lo tanto, el pánico fue menor a lo que pudo haber sido un día antes.
Pero -insiste- en que la impresión era en que "si esto seguía el templo se iba y se iba nomás".
Arreglos
En su relato de lo que vivió durante el movimiento telúrico, especifica que el panorama se veía aún más adverso, dado que a uno de los costados están arreglando una casa que se encuentra al interior de la propiedad, por lo que está "lleno de madera".
De ahí que el único acceso disponible para salir era la puerta principal. "Hubo algunos que arrancaron, pero la gran mayoría se quedó", dijo.
Y entre los que se quedaron, hubo quienes abogaron por seguir con el servicio religioso hasta su fin.
Sin embargo, Mora optó por otro camino: Dar la comunión de manera rápida, para que de esta manera los fieles pudieran dirigirse hacia sus casas y así estuvieran más seguros.
En todo ese lapso, las personas mayores recordaban lo que había ocurrido el 60': "Decían que fue terrible, caótico".
En medio de todo ese clima, comenzaron a caer las imágenes religiosas.
Una de las cuales fue la de la Virgen, Nuestra Señora del Rosario, que cayó desde un metro y medio de altura; pero que no le pasó nada. Ni a ella ni al Niño Jesús que carga en sus brazos. Ella es la Patrona de este templo.
Y así se puede observar, mientras Mora cuenta que si bien se salieron algunas piezas, como cabeza y brazo, estas no se rompieron y fueron reinstaladas en su lugar. "Fue algo realmente impresionante. Cayó de arriba (señala el lugar y la altura desde donde estaba ubicada)", subraya.
Una vez levantada del suelo, "le colocamos el Niño en su lugar, la manito y la cabeza", que quedaron intactas a pesar del golpe.
Al metro y medio de altura en el que está ubicada, se le tiene que sumar otro medio metro que corresponde a la altura de la Virgen junto al Niño.
"No les pasó nada. Y ahora estoy esperando que lleguen las señoras que tienen por misión dejarla en su lugar", revelaba ayer el presbítero.
La esperanza de Mora está puesta en que las imágenes religiosas se pudieran arreglar, aunque -a la vez- reconoce que el daño es grande y la tarea podría ser un poco compleja.
Entre las piezas, se encuentra el Nazareno pequeño, que es usado para las peregrinaciones que se realizan por las casas.
Después, está el Cristo que usan para las procesiones con el obispo y con ocasión de las celebraciones más grandes. Este Cristo es más factible de poder reparar en el daño sufrido.
Las demás imágenes grandes deterioradas son más complicadas de recuperar.
Durante la jornada de ayer, la Parroquia estuvo abierta para fieles y también para los turistas que llegaron a visitarla.
Al recorrerla, se podían observar los lugares donde faltaban las imágenes que cayeron con el terremoto.
Datos
Unas 60 personas asistieron a la misa el domingo.
Cura Luis Mora recuerda que parecía que el templo se caía.
Hubo personas que abandonaron la misa.
Otras, en cambio, querían seguir hasta el final.