Mirta Vega
Alrededor de 3 mil personas peregrinaron durante todo el día hasta la capilla de Cardonal, participando en la fiesta patronal.
Este año, el evento religioso estuvo dedicado al Año Internacional de la Familia, instituido por el Papa Francisco, viviéndose sentidas manifestaciones a través de la oración.
La misas comenzaron a las 8 de la mañana, que fue la que tuvo menos gente, pero ya a esa hora eran alrededor de 150 personas que siguieron la prédica en honor a San Sebastián.
Este es un santo querido por la comunidad de Cardonal, la que se ha acrecentado con la llegada de gente de todos los sectores de Puerto Montt, incluyendo Alerce y Mirasol.
Manifestaciones de devoción se observaron en la misa de la tarde, donde muchos compraban imágenes de yeso del santo, que las presentaron ante el sacerdote para su bendición. "Pidan cualquier favor que San Sebastián es un santo muy cercano a nosotros", dijo el Vicario de la Parroquia Cristo Salvador, Padre Antonio Larraín.
El capellán del templo perteneciente a esa parroquia de la población Padre José Fernández, padre Jorge Rivera, reiteró que el patrono es un "santo cumplidor y cobrador", reafirmando su convicción de que es un santo querido por sus milagros, por la fe y por dar la vida por el evangelio. Lo que cobra profunda admiración, incluso entre los jóvenes que lo tomaron como su patrono.
En las misas se recordó su corta vida, que siendo soldado romano politeista, se convirtió en seguidor de Cristo, luego que conociera testimonios de cristianos y viviendo el mandamiento del amor.
Tradiciones
Desde las 8 de la mañana hasta pasada las 20 horas, hubo tres sacerdotes que ofrecieron el servicio de la confesión.
De acuerdo a un promedio de confesiones de los sacerdotes, fueron más de 120 personas que llegaron a cumplir con su deber religioso para recibir el sacramento de Cristo, lo que devuelve la confianza ante este tema muchas veces en discusión. Asimismo, el alto espíritu expuesto por lo fieles que en un gran número llegaron ante el altar con santos e imágenes para su bendición, refleja el rescate de la antigua tradición.
En la procesión, al término de la misa se caminó por las calles del sector, partiendo con el rosario que tuvo estaciones en varias familias que, en representación de los cristianos, recibieron la bendición de los sacerdotes que encabezaron este homenaje al patrono de atletas, solados y jóvenes.
No fueron más de 300 personas las que se dirigieron hacia el suroeste de la población en señal de devoción.
Mientras en las afueras del templo, donde hubo otro San Sebastián, quedó un grupo numeroso para pagar mandas. Son los que queman cantidades de velas, entre oraciones al Santo. Muchas expresiones se vivieron en la gente, como Lucía Tocol, que dice que su padre comenzó con la peregrinación en Puerto Aysén hace 40 años y todos su hijos, en donde estén, concurren a algún santuario o capilla de San Sebastián cada 20 de enero.
"Nunca nos enteramos de alguna promesa o manda, pero creo que lo hacía para pedir protección a su familia", comentó.
Graciela Igor Sánchez llegó de Alerce Sur y a pesar de limitaciones de salud física, estuvo en la misa y procesión. Compró una imagen del santo y pidió bendición, porque "soy fiel a Dios, a la Virgen y a todos los santos, que son buenos; pero lo más fuerte es lo que nos lleva a estar con ellos y de eso hemos tenido testimonios.
La familia Rodríguez Hualme, de Mirasol y Alerce, en grupo, llegó a pagar su manda. "Venimos todos los años a pagar los favores que pedimos al Santo. El es muy cumplidor", comentaron.
Comercio
En el templo se venden santos, velas e imágenes y las ganancias se destinan a las obras de la capilla, la que evidencia un gran desarrollo en relación al año pasado.
Un paquete de velas tiene un valor de 500 pesos y en las afueras del recinto religioso, el costo es de 1.000 pesos.
La comunidad de Cardonal no autoriza ninguna venta que no sea para la iglesia, pero en las afueras los ambulantes se las ingenian para ubicar sus carros con ventas.
Ayer, tuvieron mote con huesillo a 700 y 1.000 pesos la unidad.
También hubo empanadas, kúchenes, cazuelas de vacuno, merluza frita y completos, que degustaron los que llegaron de otros lados a venerar a "San Sebastián, amigo de la fe", como se le ha denominado.