Considerando el extraordinariamente hermoso paisaje de exuberante naturaleza -marítima-volcánica-insular- que enmarca y adorna a la ciudad de Puerto Montt, a cuyas riberas suavemente acarician las apacibles aguas de su serena bahía nacida de la Cuenca del Reloncaví, otro de los sellos singulares de esta capital regional debería ser la multiplicidad de sus miradores panorámicos. Los que, sin embargo, escasean y los pocos existentes llaman la atención por su descuido y deterioro. Lo que no hace más que reflejar la actitud mediterránea, paradojalmente, de los porteños y en el gran puerto que abre el derrotero patagónico.
Afortunadamente, el progresista programa Quiero Mi Barrio, en alguna medida, ha salido al rescate del alma marinera de Puerto Montt, con el proyecto de construcción de miradores en los cerros del tradicional Barrio Puerto. Uno de ellos es el recientemente erigido en el sector Chiloé-Oelckers, con vistas al paraje portuario y al horizonte oceánico.
Se trata de balcones de observación paisajística, de muy bello diseño, creativamente ideados y elaborados con maderas nobles originarias de la zona. Los visitantes, ya sean turistas o residentes, encuentran allí un lugar ideal para la contemplación del tesoro más impresionante que tenemos los puertomontinos: la naturaleza marina que acompaña desde siempre al querido terruño. Además de presentarse, aquellos originales ventanales que dan al mar , como una inapreciable oportunidad para la fraterna convivencia y la saludable recreación.
Gracias a la iniciativa y esfuerzo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y la Municipalidad, van naciendo estos nuevos miradores, que contribuyen a potenciar la identidad marítima de Puerto Montt. Al fin y al cabo, su principal atractivo turístico y razón de ser. Un aporte bien inspirado, que por lo mismo amerita la colaboración de todos en su cuidado y conservación. Y que, ojalá, se replique en otras áreas escarpadas y muy especialmente también en las alturas de la isla Tenglo. Los dones del Creador hay que mostrarlos. Los miradores lo facilitan.