Mabel González / Agencias
Trabajar desde la casa es un fenómeno que está en alza en el mundo, especialmente por la necesidad de muchas personas de compatibilizar su vida laboral y personal. Sin embargo, no todo en esta tendencia sería ventajoso.
Según un informe publicado ayer por la Organización Mundial del Trabajo (OIT), los porcentajes de estrés y de transtornos del sueño que padecen aquellos que están permanentemente conectados son el doble que los que trabajan en las oficinas de las empresas.
Lo buenoy lo malo
Entre las ventajas que ofrece el teletrabajo se encuentran una mayor flexibilidad a la hora de organizar el trabajo, una mayor autonomía y productividad, menos tiempo perdido para llegar al trabajo y un mejor equilibrio entre la vida privada y la laboral.
Pero en el otro lado de la balanza destacan la tendencia a trabajar más horas, interferencias entre el trabajo pagado y la vida privada, el aislamiento y una intensificación del trabajo, de acuerdo con la OIT.
"El uso de las tecnologías de la comunicación modernas contribuye a conciliar mejor la vida profesional y personal pero, al mismo tiempo, confunde los límites entre el trabajo y la vida personal", advirtió Jon Messenger, funcionario de la organización y coautor del reporte "Trabajar a toda hora, en cualquier lugar: Efectos sobre el mundo del trabajo".
Por ello el especialista abogó por limitar a dos o tres días semanales las jornadas que los trabajadores pueden pasar fuera de la oficina. El "derecho a desconectarse" podría también ofrecer una solución, señala el documento.
Mayor aceptación
El informe reveló que el teletrabajo y el trabajo móvil con tecnologías de la información son una tendencia al alza en el mundo, principalmente para fomentar un mayor equilibrio entre la vida personal y la laboral, pero su implementación aún varía considerablemente al ir desde el 2% al 40%, dependiendo del país.
El estudio recoge una investigación efectuada en 15 países, incluyendo diez de la Unión Europea (UE): Alemania, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Hungría, Italia, Holanda, Suecia y el Reino Unido, así como en Argentina, Brasil, EE.UU., India y Japón.
El informe concluye que el trabajo remoto, aunque es un "fenómeno al alza" y beneficia ya a hasta un tercio de los empleados en algunos de los países analizados, "no es aún una práctica generalizada".
El porcentaje de empleados que ejercen el teletrabajo y el trabajo móvil varía desde un 20% de media en EE.UU., un 19% en la India, en la economía formal, y un 16% en Japón, a sólo un 2% en Argentina. En la UE, una media del 17% de los empleados efectúa el teletrabajo, un método que lideran los países escandinavos y a los que siguen, a cierta distancia, Bélgica, Francia, Holanda y el Reino Unido.
Tipos de empleo
En la mayoría de los países, un porcentaje importante de empleados efectúa ocasionalmente y no de manera regular el teletrabajo. Esta práctica es más común entre profesionales calificados, a menudo en posiciones directivas, y entre oficinistas, comerciantes e independientes.
En cuanto al género, los hombres recurren más a este tipo de arreglos laborales (54%) que las mujeres (36%), pero éstas lo hacen de manera más regular desde la casa que los hombres.
El teletrabajo ha aumentado desde principios del siglo XXI, pero con diferencias considerables según los países. En EE.UU., el 37% de los empleados indicaron en 2015 que trabajaban a distancia o desde casa, frente al 30% de hace una década.
Mayor productividad
Una encuesta publicada en 2015 por la empresa estadounidense ConnectSolutions sugirió que el trabajo a distancia puede resultar más productivo que el convencional, superando en hasta un 77% a este último. Además, de acuerdo a los resultados de la medición, las personas que trabajan desde su casa serían menos propensas a tomarse tiempo libre durante la jornada laboral.
de los hombres en el mundo trabajan a distancia, según el informe de la OIT. En las mujeres, el porcentaje es de 36%. 54%
aumenta la productividad de las personas al trabajar desde la casa, de acuerdo a un sondeo de ConnectSolutions. 77%