Ecología e integración espiritual es la llamativa propuesta educativa del colegio Terravida
EDUCACIÓN. El nuevo establecimiento está ubicado en Puerto Varas y cuenta con cursos desde medio menor (2 años) hasta primero medio. La institución ofrece diversos talleres para sus alumnos, como danza, escultura y deportes, entre otros .
Puerto Varas es conocida por ser una ciudad que ha experimentado una explosión poblacional en los últimos años, la que ha implicado que la demanda por instituciones educativas ha aumentado significativamente en el último tiempo.
El Colegio Terravida (Purísima 737, en Puerto Varas) ha sido una de los últimos en sumarse a la oferta educativa y lo hace con un planteamiento orientado hacia lo medioambiental.
La institución se destaca por sus principios ecológicos, sociales y espirituales, en conjunto con una mirada orientada hacia la inclusión social y cultural, la que incluye facilidades para integrar alumnos de otros países al plantel educativo, además de facilidades de pago para algunas familias.
"No nos interesa el educar a una élite social, sino que el niño viva la sociedad tal cual es y, por lo tanto, en la medida de nuestros esfuerzos, hemos ido integrando personas, dándole facilidades económicas, para que sus hijos puedan estudiar acá", comentó Jorge Contreras, representante legal del colegio y coordinador general del proyecto educativo.
Contreras añadió que "eso significa que sean personas comprometidas con el proyecto y que tengan ciertas facilidades en lo que significa el pago, porque nosotros, en ese sentido, dependemos económicamente de lo que los padres pagan, siendo un colegio particular privado".
Hugo Rencoret van Wersch, encargado de formación de la institución, se refirió a la iniciativa y señaló que el colegio fue creado tras darse cuenta de la necesidad que tenía la población de la ciudad lacustre de una institución que, además de contar con una educación tradicional, integrase una visión medioambiental a su curriculum.
El establecimiento privilegia "una educación personalizada, inclusión e integración social, cultural y espiritual; a través de esta experiencia ecológica, medioambiental, en la que el alumno se sentirá parte de una familia humana", motivo por el que los cursos no van a superar los 30 alumnos.
"Nos interesa desarrollar el concepto de la fraternidad universal y que también se sienta parte del vivir en la casa común que es la Tierra, la que hay que cuidar", explicó Contreras.
Para este fin, la institución va a contar con una hora de ecología en cada curso, en la que el profesor jefe, o "educador guía", que es el nombre que le dan en la institución, podrá orientar a los estudiantes en esa área, con el objetivo de "formar personas para el presente y el mañana" .
Además, habrá una educadora que va a coordinar todo el trabajo en ecología en el colegio, el que implica: clubes ecológicos, responsables de medio ambiente por cada curso, reciclaje, huerta en los jardines y también la mini granja.
"Todo esto dentro de los espacios privilegiados que tenemos en el centro de la ciudad, en los casi 3 mil metros cuadrados", comentó Contreras.
Integración Espiritual
Dentro del planteamiento religioso, el colegio contempla una base cristiana para guiar sus principios valóricos.
Pese a ello, como indicaron en la administración, "no nos hemos casado con ninguna iglesia en particular", por lo que están abiertos al diálogo, desde el cristianismo, con las otras iglesias cristianas y con todas las otras religiones.
De hecho, según comentaron en el establecimiento "hay budistas y hay familias de otras religiones" integradas al plantel.
Contreras añadió que también buscan generar un "diálogo con el mundo ateo y agnóstico, en el sentido de que nosotros sentimos que toda persona tiene que aportar a lo que significa la experiencia de una sociedad mejor".
De hecho, según explicaron, "cómo los grupos no van a ser numerosos, nuestra experiencia de espiritualidad también pretende desarrollar experiencias comunitarias al interior de los cursos".
Siguiendo esa misma línea, enfatizaron que el rol de los apoderados va a ser clave en la formación integral de los estudiantes. Ya sea trabajando en conjunto con los alumnos, sumándose a las iniciativas de conciencia social, las que contemplan apadrinar jardines vulnerables y visitas a centros de niños o adultos mayores.
Y con la finalidad de promover la sensibilidad social en los alumnos, los apoderados tendrán un rol activo en la educación de los niños. El colegio iniciará sus clases el 6 de marzo y cuenta con cursos de medio menor (2 años) hasta el primero medio.