La lluvia nuevamente dejó en evidencia las deficiencias del Mercado Angelmó
ANEGAMIENTO. Colapsó el sistema interno de conductos de alcantarillado, lo que inundó los pasillos de ese tradicional espacio. Comerciantes, Municipalidad y Essal, se culpan unos a otros. RIESGO. Locatarios atribuyen el daño al impacto de lanchas, así como a la falta de mantenimiento. Municipio anunció que contratará a empresa especializada.
Durante los últimos años, se ha repetido la historia: apenas llueve, los pasillos del Mercado Angelmó se inundan.
Ayer al mediodía la desazón era total entre esos comerciantes, que veían con resignación que no había clientes que se aventuraran a comprar en las pescaderías y locales de venta de queso y verduras.
"Todavía no vendo. Quién va a pasar por aquí, si está lleno de agua. Llevo nueve años aquí y es lo mismo. Cuando llueve más fuerte el agua entra al local y tengo que andar con botas de goma. Hay que irse temprano, no hay más que hacer", se lamentaba una comerciante, que sólo se identificó como Ana.
Al frente, José Miguel Millatueo, mientras fileteaba un congrio colorado, comentaba que "todo está mal construido. Invierno y verano, pasa lo mismo. Hay problemas con el desagüe. Si no lo arreglan, la gente va a tener que venir con traje de agua y botas. Si está inundado, nadie viene. ¿A qué van a venir? A puro mojarse", dijo.
Miriam Cáceres se abrigaba al calor de un brasero, mientras se preparaba un mate. "Siempre es la misma situación. Cerramos a las 12, porque no podemos trabajar en todo el día. ¿Quién va a entrar? Las autoridades saben de este problema, que viene desde que (Rabindranath) Quinteros era alcalde. Hace dos o tres años, tuvo que venir Bomberos a sacar el agua. Imagínese".
Aseguró que esos problemas se agudizaron cuando hubo una modificación del sistema de descarga, para conectarse con un colector de la Empresa de Servicios Sanitarios (Essal) en la intersección con Pacheco Altamirano, pero "cuando eso se tapa, vuelve toda el agua al Mercado".
La comerciante Patricia Zúñiga agregó que ese pasillo "siempre se inunda y tenemos estos problemas. Así no podemos trabajar. Lo peor es que no tenemos respuesta. Desde la Municipalidad dicen que los de Essal tienen que venir a solucionarlo. Y así se lanzan la pelota unos con otros".
Para Rosa González, presidenta del Sindicato N° 1 de Locatarios de Angelmó, esta es una situación "que vamos a tener siempre. Como cambiaron de lugar la descarga, con un poco que llueva, se nos viene todo el problema a nosotros. Porque en Angelmó el agua nunca sube, sino que corre hacia abajo. Ese es el gran drama que tenemos".
La dirigenta estimó que una solución es aplicar un plan integral de mejoramiento del Mercado. "Hay que desarmar Angelmó para arreglar esto", comentó.
Colapso red de essal
El subdirector de Rentas de la Municipalidad, Oscar Bahamonde, atribuyó estas inundaciones al "colapso de la red de Essal, que no permite que las redes municipales ingresen esas aguas a sus colectores".
Precisó que existe un programa de mantenimiento cada 15 días de las cámaras municipales. En ese aspecto, mencionó que los locatarios "muchas veces botan residuos que no debiesen ir al alcantarillado".
Al respecto, Rosa González respondió que "eso no es tan así" y planteó que "el problema es por el mal diseño de la descarga. Habrá que buscar una solución, porque es un tema más complejo".
Mientras que Bahamonde cree que la salida no es aumentar la periodicidad de las tareas de limpieza. "La infraestructura que tiene Essal y el municipio no permite afrontar estos fenómenos de la naturaleza", afirmó.
Aguas mixtas
Similar opinión se entregaron desde Essal, donde se dijo que los colectores de aguas servidas no están diseñados para distribuir también las precipitaciones y que "al recibir aguas mixtas, surge el problema".
Tal situación podría cambiar -expusieron- si es que se asume esa inversión y trabajos desde el Estado.
Determinaron que el sistema de Angelmó es privado y que la sanitaria tiene competencia "sólo en el colector público, que está fuera del arco de ingreso a ese mercado".
Asimismo, establecieron que han estado trabajando con el municipio y que seguirán haciéndolo "para buscar soluciones que ayuden a mejorar el sistema privado" que opera al interior del recinto.
Alarma por fractura de uno de los pilotes que sostienen las cocinerías
Con temor permanente trabajan, desde hace 10 días, comerciantes de las cocinerías que dan al Canal de Tenglo, en el Mercado Angelmó, tras verificar que se fracturó uno de los pilares que sostienen esa estructura.
Frente al daño, que queda en evidencia cada vez que baja la marea, dirigentes del Sindicato N° 1 de Locatarios sostuvieron una reunión con el administrador municipal Carlos Soto, a quien le plantearon su alarma por los efectos que podría generar un eventual daño mayor en ese palafito.
"Ese pilar se quebró por los topones que les dan las lanchas", aseguró Rosa González, presidenta de esa organización, al salir de ese encuentro.
Sin embargo, agregó una eventual fatiga de material, producto de la falta de un plan de mantenimiento, competencia que endosó al municipio. "No se le puede echar la culpa a todos los locatarios, porque hay responsabilidades. A nosotros nos corresponde tener ordenado y limpio; y a la municipalidad le corresponde hacer lo suyo", expuso.
El administrador municipal reconoció que "aparte de falta de mantención, (los pilotes) fueron construidos sin prever ciertos daños que se pueden producir", como los impactos de "grandes lanchas que chocan permanentemente contra esas estructuras", de lo que dijo tener evidencias.
Alternativa de solución
Carlos Soto también mencionó que una posibilidad de dar agilidad al tema, es mediante el trato directo con una empresa especialista en esos trabajos.
"Buscaremos todos los procedimientos administrativos que nos permitan facilitar desde la obtención de recursos, hasta la forma en que lo vamos a hacer", sostuvo.
Aseguró que lo más efectivo es ese contrato, para evitar el proceso de licitación pública. Pero, sin obviar los trámites que considera la normativa.
Anunció que elaborarán un decreto de desalojo y que habilitarán soluciones transitorias a los 8 comerciantes que se verán afectados con el traslado.
Sobre esa propuesta, Rosa González opinó que mientras la reubicación "sea como corresponda, está bien. Porque nadie está preparado para pasar 8 meses sin trabajar".