Mabel González / Agencias
El Presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó ayer la nueva versión de su decreto que restringe el ingreso de personas de ciertas nacionalidades a EE.UU. En esta segunda orden ejecutiva, la Casa Blanca le niega el otorgamiento de visas nuevas a personas de seis países listados, durante el gobierno de Obama, entre los principales patrocinadores del terrorismo y suspende temporalmente, durante un plazo de 120 días, el programa para recibir refugiados, con un límite de 50 mil al año una vez pasado ese período de suspensión.
La nueva orden, revisada para que resista las impugnaciones en tribunales, retira a Irak de la lista de países cuyos ciudadanos tienen prohibido entrar a EE.UU., pero mantiene las restricciones a quienes procedan de Irán, Siria, Somalia, Sudán, Yemen y Libia.
Anuncio discreto
El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el secretario de Justicia, Jeff Sessions, presentaron formalmente la nueva medida, que los opositores de Trump consideran discriminaroria e inconstitucional, ya que la interpretan como un veto con base en criterios religiosos.
El decreto tuvo ahora una difusión discreta, en contraste con la primera versión, que Turmp firmó con bombos y platillos en una ceremonia en el Salón de los Héroes del Pentágono, acompañado del secretario de Defensa, James Mattis. El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, tampoco tenía previsto efectuar ayer una sesión informativa televisada, lo que dio la impresión, según AP, que el Mandatario se había distanciado de la orden, uno de sus principales compromisos de campaña y de los primeros días de su presidencia.
La nueva orden quedó eclipsada por la controversia que causaron las afirmaciones que Trump hizo el fin de semana, en las que acusó a Barack Obama de haber ordenado que le espiaran los teléfonos durante poco antes de las elecciones.
La orden original que restringía los viajes a EE.UU. causó desconcierto en los aeropuertos, mientras las autoridades tenían dificultades para interpretar cómo aplicarla, se detenenía a viajeros para regresarlos al exterior o se les impedía que subieran a los aviones en el extranjero. Afrontó de inmediato diversas impugnaciones en tribunales y finalmente fue suspendida por un juez federal del estado de Washington, uno de los más liberales y de mayor dominio demócrata del país.
Orden más específica
La nueva orden es más específica. Señala que se prohibirá durante 90 días la llegada a EE.UU. de las personas procedentes de los seis países mencionados, pero no afectará a quienes tengan visas o permisos de residencia permanente. La Casa Blanca retiró a Irak de la lista de países a los que alcanzaba la medida, a recomendación del Pentágono y el Departamento de Estado, que le habían solicitado una reconsideración debido al papel crucial que tiene Irak en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico.
Los refugiados sirios ya tampoco afrontarán una prohibición indefinida, a pesar de la postura inicial de Trump, cuando era candidato, de que la posible infiltración de terroristas entre los refugiados de esa nacionalidad representaba una grave amenaza para la seguridad de EE.UU.
Funcionarios de alto rango de Seguridad Nacional y del Departamento de Justicia dijeron que la prohibición a los viajes era necesaria para que el Gobierno pueda revisar qué más puede hacerse con el fin de investigar a fondo a visitantes y refugiados.
Sigue el choque Casa Blanca-FBI
Según dijo ayer una portavoz de la Casa Blanca citada por EFE, el Presidente Trump no acepta la afirmación del director del FBI, James Comey, sobre la falsedad de las escuchas de las que el Mandatario acusa a su predecesor en el cargo, Barack Obama. Comey solicitó sin éxito, durante el fin de semana, al Departamento de Justicia que desmintiera públicamente las acusaciones de Trump acerca de que Obama ordenó grabar sus comunicaciones durante la campaña electoral en 2016.