Una angustia de ocho años debió sufrir el Club de Deportes Provincial Curicó Unido para llegar a uno de los momentos más importantes de su historia futbolística: luego de igualar sin goles ayer con Copiapó en el Estadio "El Cobre" de El Salvador, selló su retorno a la Primera División del fútbol chileno, donde solo ha actuado durante una temporada.
El elenco dirigido por Luis Marcoleta se consagró campeón de la Primera B por segunda vez en su historia con una gran campaña, en la que alcanzó a tener un invicto de 20 partidos.
La escuadra de la Región del Maule sumó 57 unidades, puntaje con el que alcanzó una ventaja inalcanzable para su más cercano perseguidor, San Marcos de Arica, que quedó libre en esta fecha del certamen.
El elenco "tortero" vuelve al fútbol de honor que abandonó a fines de 2009, cuando una derrota ante San Luis de Quillota, en una dramática liguilla de promoción, los sacó de la liga máxima del fútbol local.
Curicó se erigió también como el cuadro más goleador del campeonato con 43 tantos a su favor, mientras que tuvo la segunda valla menos batida, recibiendo apenas 19 tantos.
Solo una derrota
Los números del campeón de la Primera B son brillantes también si se toma en cuenta que apenas sufrió una derrota en estas 26 jornadas: el 13 de marzo perdió como local ante Coquimbo por 1-3.
"Vamos a tratar de hacer lo mejor posible. Queremos preparar el equipo y reforzarlo. Mañana (hoy) pensaremos qué es lo que viene, ahora queremos celebrar", dijo una vez terminado el encuentro Pablo Milad, presidente del club.
El dirigente agregó que "hay una base bastante buena de jugadores", pero "queremos traer siete u ocho jugadores de Primera A. El Torneo de Transición va a ser muy difícil para nosotros".
Miles de hinchas curicanos se agolparon en la Plaza de Armas de la ciudad para seguir las alternativas del compromiso en pantalla gigante. Tras el final de la brega, comenzó una masiva celebración por diversas calles de la ciudad.