Apoco más de una semana para la realización del Censo, queda la sensación en el ambiente que el Gobierno aún no ha logrado comunicar eficientemente cúal es la importancia histórica del proceso. De hecho, aún está en la retina el bochorno del Censo pasado, que todavía mantiene la incertidumbre a nivel país, sobre cuántos somos.

Pues bien, eso que en algún momento sirvió para bromas y chistes, ahora debe tomarse con la seriedad que corresponde, por su incidencia histórica y su trascendencia para las políticas públicas futuras.

Pero este Censo en particular tiene varios desafíos. No sólo el de aportar datos fidedignos en relación al ejercicio anterior, ni convencer a la población respecto de su participación (más de alguien aprovechará el "sandwich" y se tomará el largo fin de semana); sino que también hay un aspecto que pocos han abordado y que en los tiempos que corren es de vital importancia considerar. Por un lado hay una crisis de confianza evidente, que es probable que alguna incidencia tenga en la participación y en las respuestas; pero por otro lado, es conveniente reforzar la necesidad de contar con información veraz, que las respuestas efectivamente representen la realidad del grupo familiar encuestado; porque ha ocurrido, que por mantener ciertos beneficios sociales, se opta por omitar información o entregar una información errada.

De manera tal que en lo que resta para el histórico proceso, hay que reforzar el compromiso cívico que todos debemos tener con el Censo, porque los resultados del mismo, le permitirán a los futuros gobiernos hacer las inversiones que correspondan en aquellos aspectos que justamente son más deficitarios.

En consecuencia, la incidencia que tienen en la calidad de vida de todos nosotros los datos que aporta un Censo es tal, que conviene reiterar una y otra vez que la participación no sólo representa una obligación moral, sino que a la postre, es un compromiso con la Patria, con el futuro de las generaciones venideras.

He elegido quedarme aquí, caminar por las mismas calles que usted lo hace, y preocuparme del desarrollo de nuestra zona. He decidido seguir siendo sureño y no pasar cuatro días de la semana en la zona central para ser un puertomontino de sábado y domingo. Mi opción es colocar mis años de experiencia como concejal, seremi e intendente regional a disposición de los ciudadanos de nuestra Provincia de Llanquihue, para defender nuestra identidad, proyectos, ideas y sueños desde un espacio de decisión tan importante como lo es el Consejo Regional de Los Lagos.

Muchos me han preguntado el motivo por el cual opté por no competir por un escaño en la Cámara de Diputados, y la respuesta es sencilla: no quiero dejar a mi querido Puerto Montt para transformarme en un visitante de paso, quiero representar a mi provincia como core.

Estoy convencido que la gran batalla por el desarrollo regional debemos darla desde el territorio, analizando las inversiones, estudiando los proyectos e impulsando iniciativas que sin duda mejoran la calidad de vida de nuestros habitantes. Sin desmerecer la labor de nuestros parlamentarios, cuyo principal rol es legislar, creo que donde se trabaja directamente para satisfacer las necesidades de las 30 comunas que conforman la Región de Los Lagos, es en las sesiones del core.

Es en este espacio donde se aprueban los recursos para la construcción de las postas y escuelas, donde se analizan los proyectos priorizados por los municipios, donde a través de la glosa especial de Bomberos, se entregan los medios para dar respuesta a las emergencias que cada cierto tiempo nos azotan. Inversiones con recursos regionales entregan energía y agua potable en sectores rurales, generando un importante salto a la modernidad para las comunidades rurales que benefician.

Mi espíritu de servicio está aquí, para apoyar una futura gestión del Presidente Sebastián Piñera, siguiendo lo que fue el sello de su primer Gobierno: el entregar igualdad de oportunidades a los habitantes de las grandes ciudades y de los sectores más apartados de nuestra geografía, para que Chile vuelva a avanzar con todos

Por Jaime Brahm Barril,

ex intendente de la Región de Los Lagos.