Proponen darle un lugar de relevancia a Monte Verde en la nueva Plaza
PROYECTO. Concejales Rodrigo Wainraihgt (RN) y Héctor Ulloa (PPD) coinciden en potenciar que Puerto Montt comienza en este sitio histórico, más que con los colonos alemanes. TRADICIÓN. Voluntarios de las compañías que prestaron servicios tras el sismo, se iluminaron por las llamas como hace 57 años.
El debate respecto a las características que debiese tener la nueva Plaza de Puerto Montt ya tuvo su punto de partida.
Y si bien para el alcalde Gervoy Paredes, lo importante es instalar el verde y terminar con el cemento, hay otra temática que genera discusión: el concepto que tendrá la nueva Plaza de Armas.
En tal sentido, durante los últimos concejos el diálogo apunta a darle una mayor relevancia al sitio arqueológico Monte Verde, desplazando a un lugar de menor protagonismo a los colonos.
Si bien nadie habla de su eliminación, sí el acento está puesto en darle una mayor importancia a Monte Verde, dada la tracendencia mundial que tiene el sitio donde se ha descubierto la presencia del hombre hace 18 mil 500 años.
A juicio de los ediles, esta determinación les permitiría conseguir mayores dividendos turísticos a Puerto Montt y otorgarle un nuevo producto a quienes visitan la capital regional desde distintos puntos del país y del extranjero.
Rodrigo Wainraihgt (RN), en su condición de presidente de la Comisión de Infraestructura del cuerpo colegiado, es quien aboga por potenciar el sitio arqueológico.
Con el edil coincide su colega, el PPD, Héctor Ulloa, quien resalta la importancia histórica y cultural que tiene el sitio a nivel mundial.
La idea -afirma- es que el concepto no sólo se remonte a los tiempos de su fundación, sino que a épocas anteriores, para lo cual propone incorporar manifestaciones de una cultura canoera insular y el antecedente único de que "somos una ciudad que es una consecuencia del, hasta hoy, sitio más antiguo de América".
Con Wainraihgt y Ulloa, difiere el historiador, Eduardo Tampe S.J., para quien el museo se tiene que levantar en el lugar exacto donde está el sitio.
"Para qué traer Monte Verde a la Plaza. Debe estar ahí mismo (en el sitio). Si eso es lo que se hace en todas partes del mundo", reflexiona.
Otro antecedente que aporta Tampe, es que el sitio se encuentra a 22 kilómetros del centro. "Si estuviera a 100 kilómetros, pero está aquí mismo", insiste.
Para Ulloa, se le tiene que sacar partido a un hecho de resonancia mundial, como lo es que Sudamérica nace en Puerto Montt.
Juicio que es compartido por el presidente de la Comisión de Infraestructura, quien explica que es importante dejar en claro que "Puerto Montt empieza con Monte Verde. Allí está su origen".
Y, por lo tanto, en su opinión, este hecho tiene que tener un lugar relevante en la nueva Plaza de Armas.
Es importante para el concejal que este nuevo espacio guarde la identidad que se logra a través de los árboles, de las piedras y con Monte Verde, que a su juicio debe ser el "estandarte de ahora y adelante de lo que es Puerto Montt".
-¿Y los colonos alemanes?
-Yo creo que también tienen que estar en la Plaza, pero lo primordial tiene que ser Monte Verde.
-¿En el mismo lugar?
-En la Plaza que queremos crear ocuparán un lugar, dado que marcaron un hito importante, pero no sólo fueron ellos sino que están también los españoles. De hecho, mi abuela Julia Galilea Fernández, dueña del Copihue Rojo, fue la primera mujer industrial que llegó a Puerto Montt, con máquinas industriales. Entonces, yo creo que la plaza tiene que reunir la verdadera identidad de los españoles, con Monte Verde, los alemanes, los españoles y todo lo que ello significa.
Mientras que para Ulloa, es importante que los propios puertomontinos se empapen y adquieran conciencia de que viven en la ciudad más antigua de América.
Ulloa y Wainraihgt insisten y coinciden en la necesidad que los habitantes de esta comuna y los visitantes, tengan claro que Sudamérica parte en Puerto Montt. Y eso debe estar en la próxima Plaza.
Con varias fogatas Bomberos conmemoró nuevo aniversario del terremoto de 1960
Seis de las nueve unidades del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt, conmemoraron la noche de ayer los 57 años del terremoto de 1960 con una tradicional fogata.
Se trata de las Primera, Segunda, Tercera, Cuarta, Quinta y Sexta compañías, que son las que prestaron servicios a la comunidad tras el megasismo.
Byron González, capitán de la Primera Compañía, entregó detalles de la jornada conmemorativa.
"Nos reunimos en torno a la luz de una fogata, para escuchar los relatos de nuestros voluntarios que trabajaron directamente en la respuesta a las múltiples emergencias que se registraron tras el terremoto. Es una manera de mantener viva la memoria colectiva de nuestra institución, y una forma de reconocer a los bomberos que colocaron el bien común por sobre su bienestar particular", dijo a El Llanquihue.
Norman Lintz, capitán de la Segunda Compañía Germania (e hijo de Tótila Lintz, uno de los voluntarios que prestó servicios durante el sismo), dijo que este encuentro "es un modo de recordarlos, acercarnos a su vivencia y rememorar el espíritu de camaradería que los mantuvo unidos durante su trabajo tras el terremoto".
Rito ininterrumpido
En la misma línea, el director de la Cuarta Compañía, Rodrigo Álvarez, explicó que "este es un rito que se repite de manera ininterrumpida cada año, y que recrea las fogatas que encendían los voluntarios para iluminarse en una ciudad que carecía de energía eléctrica tras el sismo, a la espera de cualquier llamado de la comunidad. Este encuentro continúo realizándose en 1961, cuando ya las emergencias del terremoto habían pasado".
Por un acuerdo del Directorio General del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt, cada cinco años se realiza una conmemoración conjunta de todas las compañías, siendo la próxima en mayo de 2020.