Gaviones podrían ser la defensa fluvial de emergencia para Monte Verde
CONTRA LA EROSIÓN. Tom Dillehay, descubridor del asentamiento humano más antiguo de América, detalló el efecto de las crecidas del estero Chinchihuapi sobre el sitio arqueológico. POR TRES DÍAS. Presencia de fecas al interior de salas de clases activó el plan de control de plagas del Daem.
Una estructura sencilla, pero efectiva. Los gaviones, un cubo de malla metálica con piedras de regular tamaño en su interior, es una de las alternativas para proteger el sitio arqueológico de Monte Verde de la erosión que genera año a año las crecidas del estero Chinchihuapi.
Y es que el cauce que atraviesa en medio del predio en que fueron descubiertos los vestigios humanos más antiguos del continente, año a año se lleva parte del suelo que contiene los fragmentos que permiten conocer más detalle de la prehistoria del Pleistoceno tardío.
El arqueólogo y antropólogo estadounidense, Tom Dillehay, descubridor del espacio que revolucionó la teoría del poblamiento americano, precisó a El Llanquihue que "cada año estamos perdiendo porciones del sitio de Monte Verde y Chinchihuapi. No sabemos cuánto se ha perdido, pero estimo que va entre 0, 5 y 0,8 metros (al año) en varios lugares".
En cuanto a sus efectos en la destrucción del patrimonio del lugar, el investigador agregó que "ya estamos perdiendo algunos datos arqueológicos, porque cada dos años, cuando camino en el lecho del estero me encuentro con fragmentos óseos o líticos (piedras) arqueológicos lo que muestra los efectos de la erosión".
Para Dillehay, quien inició la excavación del sitio en 1977, la solución para proteger a Monte Verde de los efectos de la fuerza del torrente del Chinchihuapi, "es cambiar el curso del estero, o construir gaviones como los que tienen en las carreteras. Nosotros hemos tratado de conservar el sitio varias veces, ubicando troncos grandes de madera en las orillas, pero con el paso de uno o dos años deja de ser una medida efectiva".
Canalización
En el año 2007, el ingeniero hidráulico y académico de la Universidad Austral de Chile, Andrés Iroumé, desarrolló a solicitud de la Fundación Monteverde, un proyecto para la construcción de un canal aliviadero para las aguas de crecida del estero Chinchihuapi de 452 metros de longitud, lo que permitiría no intervenir directamente sobre el sitio.
La iniciativa, que permitiría detener el socavamiento las márgenes del estero, plantea que las aguas sean desviadas en una bocatoma ubicada aguas arriba del sitio arqueológico, y devueltas en un canal de descarga aguas abajo.
Eduardo Alvar, secretario ejecutivo de la Fundación Monteverde, sostuvo que la mejor opción es la recanalización de medio kilómetro del estero Chinchihuapi, pero mientras se espera esta obra, una opción es levantar transitoriamente gaviones para detener de manera rápida la erosión.
"Hoy es urgente resolver el problema, sea o no estética la solución. Aquí no estamos analizando un problema paisajístico, sino que la pérdida constante del parte del sitio arqueológico más importante de América, por efecto de la erosión fluvial", sostuvo, agregando que "se necesita que se adopten medidas de mitigación cuanto antes".
Operativo de desratización obligó a la suspensión de clases en Escuela Angelmó
Por tres días, estuvieron suspendidas las clases en la Escuela Angelmó de Puerto Montt, luego que detectaran la presencia de fecas de ratón en una de las salas de clases del establecimiento municipal y se activara el plan de desratización.
Luis Zapata, jefe de la UTP del Departamento de Educación Municipal (Daem), informó a El Llanquihue que "la aplicación de estos productos para el control de plagas requiere de tres de tres días; si se mantiene la infestación, se requiere de tres días más, pues hay que repetir el proceso y es la empresa la que nos indica cuando es seguro el retorno".
El funcionario puntualizó que por norma durante el verano el Daem efectúa desratizaciones en todos sus establecimientos, incluidos los 30 jardines infantiles bajo su administración.
"La segunda desratización es contingente; es decir, ante la presencia de vestigios de roedores o sospecha de su presencia, se activan los procesos de control de plagas y sanitización, para lo cual tenemos contratadas empresas a través de convenio marco, las que actúan inmediatamente, a petición del director de cada establecimiento", explicó.
En cuanto a la recuperación de las clases en el establecimiento afectado por la presencia de roedores, señaló que "las clases deben recuperarse obligadamente de acuerdo a un calendario que presentamos ante la Provincial de Educación. Nosotros entendemos la molestia de algunos apoderados, pero nuestro interés es salvaguardar la seguridad y la salud de nuestros alumnos, profesores y personal del establecimiento".
Para hoy, está previsto el retorno a clases de los estudiantes del establecimiento emplazado en calle Pérez Rosales.